Pistoleros de los 'escuadrones de la muerte' asesinan en Río a ocho niños de la calle
La policía carioca investiga uña nueva matanza de niños que conmueve a Río de Janeiro desde ayer, cuando un grupo de pistoleros de los denominados escuadrones de la muerte asesinó a ocho muchachos de la calle que dormían en el portal de una iglesia. Cinco pistoleros llegaron en dos vehículos frente a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, en el centro de Río, y dispararon sus armas sobre los 43 niños abandonados que suelen dormir en el lugar.
Cuatro de los niños murieron en el acto y otros dos, poco más tarde en un hospital. Todas las víctimas presentaban impactos de bala en la cabeza.Tras el primer ataque, los supervivientes huyeron despavoridos por la avenida Río Branco, la arteria principal de Río de Janeiro. Los asesinos les persiguieron en sus vehículos poco más de un kilómetro, hasta llegar a las proximidades del Museo de Arte Moderno, donde los muchachos fugitivos fueron alcanzados y tiroteados. En esta segunda matanza murieron otros dos niños y un mendigo que se encontraba en el lugar., Posteriormente, los supervivientes identificaron a los asesinos como soldado de la Policía Militar. Paulo Mello, diputado del Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), acusé a dicho cuerpo armado de estar implicado en los asesinatos de niños.
El secretario de la Policía Civil, el jurista Nilo Batista, ordenó una inmediata investigación de la matanza. No obstante, el coordinador del Movimiento Nacional de Niños y Niñas de la Calle, Mario Bomfim, se quejó anoche de la escasa atención que las autoridades provinciales concedían al múltiple infanticidio.
Una fuente de ese movimiento, que se dedica a la protección de los más de siete millones de niños abandonados que merodean por las calles de las grandes ciudades de Brasil, afirmó que cada año los escuadrones de la muerte asesinan a más de 400 niños.
Herencia de la dictadura
Estos grupos homicidas fueron creados a comienzos de la década de los 70, para eliminar a los adversarios de la dictadura militar que por entonces gobernaba Brasil. Hoy, se trata de bandas formadas principalmente por desocupados, delincuentes, policías y antiguos agentes, pagados por comerciantes para limpiar la ciudad de presuntos o reales delincuentes. En otras ocasiones, operan al servicio de los narcotraficantes.
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