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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Curiosa mezcolanza

Interesado por el cine desde niño, John Landis estudia Cinematograflia en la Universidad de Kentucky y debuta como realizador a los 22 años, con El monstruo de las bananas (1973). Desde entonces, a lo largo de 20 años, ha dirigido 14 largometrajes, la mayoría dentro del terreno de la comedia, con irregulares resultados.Aunque Landis sólo da lo mejor de sí mismo cuando vuelve a la fórmula de su primera película, es decir, cuando narra una historia fantástica, pero en clave de comedia y la llena de homenajes a películas conocidas y directores amigos. Así ocurre en Un hombre lobo americano en Londres (1981) y, ahora, en Sangre fresca, donde parte del conocidísimo vampiro que se alimenta de sangre fresca para intentar ir mucho más lejos.

Sangre fresca

Director: John Landis. Guionista: Michael Wolk. Música: Ira Newborn. Estados Unidos, 1992. Intérpretes: Anne Parillaud, Robert Loggia, Anthony Lapaglia, Don Rickles. Estreno en Madrid: Santa Mónica, Pachón.

En primer lugar, Sangre fresca es el desarrollo de un atractivo vampiro femenino que, como es normal, vive de noche y duerme de día, y tiene miedo de los ajos, aunque sea como condimento de comidas, pero también utiliza a los hombres como alimento y para acostarse con ellos. Encarnada por la francesa Anne Parillaud, la protagonista de Nikita (1990), de Luc Bresson, que emprende su carrera norteamericana, el personaje resultante es una buena mezcla de guapa y fría mujer y terrible monstruo devorador de hombres.

Comedia sentimental

Su trama nace de enfrentar a este personaje con una banda de mafiosos, de mezclar los ingredientes característicos de las películas de vampiros con los de las películas de gánsteres. Lo que da como resultado una curiosa mezcolanza de géneros, pero que llega mucho más lejos, en la medida que está desarrollada en clave de comedia.No contento con todo esto, John Landis también introduce la comedia sentimental en su relato al enamorarse la vampira y el policía infiltrado entre los mafiosos. Con lo que consigue una mezcla de elementos fantásticos, policiacos, cómicos y sentimentales y logra una de sus mejores películas.Además, Sangre fresca también tiene otros ingredientes que sólo interesarán al cinéfilo empedernido, pero que de alguna manera también vienen a redondear el conjunto. Como suele ser habitual en las mejores películas de Landis, algunos directores conocidos intervienen en papeles secundarios, desde Franz Oz, que hace el más largo al encargar a un forense, hasta Dario Argento, con una mínima aparición. Sin olvidar que la película está plagada de gente que ve en televisión clásicos del cine de terror, desde Tod Browning hasta Terence Fisher, y también Extraños en un tren (195 1), de Alfred Hitchcock, en la escena más divertida.

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