La presidencia bosnia no irá a Ginebra mientras continúen los bombardeos
Los mediadores internacionales han pospuesto hasta el domingo el inicio de las conversaciones de Ginebra. El objetivo es ganar tiempo. La presidencia colegiada bosnia había renunciado a viajar hoy a Ginebra en protesta por el intenso bombardeo serbio sobre Sarajevo. El vicepresidente bosnio, Ejup Ganic, declaró que sólo si cesan los ataques contra Sarajevo, Gorazde y Brcko, la presidencia encabezada por Izetbegovic viajará en el plazo de "dos o tres días".
ENVIADO ESPECIAL, El reloj de acero del miliciano bosnio, manchado de barro y sobre un amasijo de ropas ensangrentadas, marcaba las dos menos cuarto. En la sala de urgencias del hospital de Kosevo, en Sarajevo, médicos y enfermeros se esforzaban en cortar la hemorragia. Una granada serbia le había seccionado la femoral. El intenso bombardeo de ayer sobre Sarajevo vació las calles.La capital bosnia volvió ayer a experimentar el terror. En lo que ya se ha convertido en una práctica perversa, cada vez que se convoca una nueva mesa de negociación, los radicales serbios machacan Sarajevo. Mientras las granadas esparcían el miedo y reventaban la ciudad una vez más, la presidencia bosnia volvía a reunirse para decidir si acudía este fin de semana a Ginebra.
Izetbegovic había condicionado su reunión con los presidentes de Serbia, Slobodan Milosevic, y Croacia, Franjo Tudjman, al cese de la ofensiva de los radica les serbios y al libre paso para los convoyes humanitarios. El vicepresidente bosnio, Enjup Ganic, aseguró ayer que en estas condiciones no se podía acudir a Ginebra. Los mediadores internacionales, que habían convocado para hoy el inicio de una nueva ronda, decidieron aplazar el comienzo hasta el domingo y ganar tiempo para impedir el colapso de la vía diplomática.
La segunda condición, sin embargo, empezó a cumplirse ayer. Tras una semana de bloqueo, el Consejo de Defensa Croata (HVO) permitió que cuatro convoyes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) partieran desde Metkovic, el granero de la ONU en Bosnia, hacia Zenica, en el centro del país.
El sol y la relativa pereza de los artilleros serbios hicieron que durante una semana los habitantes de Sarajevo volvieran a confiarse e invadieran plazas, calles y mercados. Pero la noche del miércoles cayó un aguacero de agua y metralla. La mañana no trajo la calma. Sarajevo estaba cubierto por un cielo de plata muerta. Los escasos viandantes huían despavoridos mientras los proyectiles batían toda la capital bosnia, desde Butmir y el castigado barrio, olímpico de Dobrinja al sector antiguo, el Stari Grad, y las inmediaciones de la presidencia.
Combates en Igman
El monte Igman, al suroeste, y la montaña de Trebevic, al sureste, amanecieron ayer coronados de niebla. Pero el mal tiempo no impidió que se siguiera combatiendo por el control de Igman y que desde Trebevic se golpeara con contundencia contra el casco urbano de Sarajevo. Observadores independientes señalaron ayer que la ofensiva serbia contra. Igman había logrado controlar por completo la colina de Golo Brdo, desde la que se contempla todo Sarajevo.Gorazde, al este de Bosnia, y Tuzla, al norte, disfrutan, al igual que Sarajevo, de la medalla de zonas bajo protección especial de las Naciones Unidas. Según la resolución del Consejo de Seguridad, ayer empezaba la protección efectiva de esas zonas bajo paraguas internacional. Ahora sólo queda la directriz que ponga en marcha el mecanismo. Sesenta aviones de la Alianza Atlántica están listos en la base italiana de Ancona. Sin embargo, fuentes de Unprofor precisaron que su mandato es explícito: "Hacer llegar la ayuda humanitaria y responder al fuego cuando recibamos fuego".
En Bosnia central, el Ejército bosnio-musulmán recuperó la localidad de Bugojno tras derrotar a las milicias croatas, según reconocieron los mandos militares del HVO. Al sur de Bosnia, Mostar volvió a vivir ayer otra jornada de enfrentamientos encarnizados entre el HVO y el Ejército bosnio, formado mayoritariamente por musulmanes.
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