Llega a Somalia la avanzadilla de los 1.700 'cascos azules' que enviará Alemania

Un primer contingente de 51 cascos azules alemanes llegó ayer a Mogadiscio, procedente de Colonia, como avanzadilla de la fuerza de paz de 1.700 soldados que Bonn tiene previsto desplegar en Somalia de aquí a mediados de agosto. Otros 200 llegarán hoy. Unos 2.000 partidarios del general Mohamed Fará Aidid, el principal señor de la guerra somalí, se manifestaron en Mogadiscio en señal de protesta por esta nueva llegada de cascos azules.

El ministro de Defensa alemán, Volker Rühe, fue a despedir a sus hombres en el aeropuerto. "Hoy es un día especial para nuestro Ejército", enfatizó el ministro al aludir a esta primera misión de paz de soldados alemanes fuera de sus fronteras, aunque Bonn ya tenía desplegados sobre el terreno desde hace semanas 260 soldados para preparar la llegada de sus compañeros. Rühe aseguró que su cometido se llevará a cabo "con un máximo de cuidado y seguridad", aunque reconoció la existencia de "riesgos". Los alemanes tendrán su cuartel general en Belet Huen, a 300 kilómetros al noroeste de la capital, elegido por ser un área menos conflictiva que Mogadiscio.Rühe dijo a los soldados que, aunque ellos no pueden encontrar una solución política a la guerra civil somalí, sí pueden ayudar a restablecer un clima de normalidad que facilite la búsqueda de un acuerdo.

El ministro democristiano aprovechó la despedida de sus hombres para expresar la esperanza de que los objetivos de pacificación vuelvan a situarse en el centro de la misión de la ONU, en lo que se interpretó como una crítica velada a las últimas acciones militares de las tropas de las Naciones Unidas en Mogadiscio, impulsadas por Washington.

La víspera, el Gabinete de Bonn, en su última reunión antes de las vacaciones de verano, había reafirmado su compromiso militar con la fuerza de paz de la ONU, y había vuelto a recalcar que la tarea de los soldados alemanes será sólo "humanitaria".

El Partido Socialdemócrata (SPD), por su parte, volvió a reafirmar su oposición a esta decisión, que calificó de "indebida" e "incorrecta". El SPD recurrió ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe contra el envío de soldados alemanes fuera del territorio de la OTAN, pero los magistrados rechazaron el recurso el pasado 24 de junio, al alegar que esta decisión era legal si tenía el refrendo del Parlamento. La Constitución alemana, redactada tras la II Guerra Mundial, prohíbe al Ejército participar en una guerra ofensiva, pero es muy ambigua respecto a las eventuales misiones de paz en el extranjero.

En unas declaraciones a una radio alemana, el portavoz para asuntos de defensa del SPD, Walter Kolbow, reprochó al Gobierno que no hubiera despejado las dudas al respecto, y recalcó que la propia ONU no tiene hoy una visión "clara y coordinada" de lo que hay que hacer en el país africano.