Chamaco pone la plaza al rojo vivo

Domecq / Rincón, Ponce, ChamacoCuatro toros de Atanasio Fernández, que dieron buen juego, especialmente el sexto. Dos de Aguirre Fernández

Cobaleda, difÍciles. La corrida

anunciada de Juan Pedro Domecq fue rechazada en el reconocimiento. César Rincón: ovación; aviso y

aplausos. Enrique Ponce: vuelta; aviso y ovación. Chamaco: oreja en los dos;

salió a hombros.

Plaza Monumental, 18 de julio. Tres cuartos de entrada.

PAU NADAL,

Después de digerir como se pudo el hecho de que la anunciada corrida de Juan Pedro Dornecq fuese desechada por los veterinarios y que nuevamente acudiesen a salvar la situación los dos hierros de los herederos de Atanasio Fernández, se vieron cosas interesantes en esta corrida, pero tuvo que llegar el que cerraba plaza, un ejemplar extraordinario por su bravura y nobleza, para que propiciase a Chamaco, en trance de inspiración, el poner la plaza al rojo vivo, cuajando su mejor actuación en Barcelona.

Atrás quedaba la pura anécdota del corte de la oreja en su primero, otro toro muy noble, gracias especialmente a un toreo cuajado de teatralidad y efectismos. La decoración cambió con el citado sexto, al que había que torear muy de verdad, que es lo que hizo Chamaco con temple, con ligazón y sin ceder un ápice en sus más conocidas prerrogativas de valor y espectacularidad. Una faena absolutamente para el recuerdo, que fue una pena que no rematase con acierto estoqueador, a pesar de lo cual mereció la oreja. Al bravo toro debió dársele la vuelta al ruedo.

César Rincón, con el peor lote, estuvo muy decidido y profesional. A su primero lo pudo muletear con buen gusto antes de que tardease en exceso. El cuarto fue peligroso y Rincón insistió en voluntariosas probaturas.

Enrique Ponce midió con inteligencia las fuerzas de su primero y le hizo una excelente faena, que fue un poco a menos, porque el toro también dio en tardear. El quinto presentó dificultades pero Ponce pudo demostrar su inteligencia y su valor para sacar un partido que nadie sospechaba. También necesitó de tres envites para acabar con el astado, lo que le privó de mayor premio.

E público vibró con lo que se hizo en el ruedo, de modo especial con la faena de Chamaco. Pero esto no debe hacer olvidar que, de acuerdo con el reglamento, la corrida se lidió bajo la responsabilidad del ganadero, lo que equivale a la existencia de sospechas por parte de la autoridad en cuanto a la integridad de las astas.

Triunfa Carrión

Manolo Carrión triunfó en la novillada celebrada ayuer en Manzanares (Ciudad Real). Se lidió ganado de Salustiano galache, chico y deslucido. Carrión, tres orejas. Víctor Puerto, oreja; aviso y vuelta. Rivera Ordóñez, silencio y oreja.

En la Puebla de Montalbán (Toledo), con toros de Cernuño, Javier Vázquez cortó dos orejas y tres El Cordobés. Niño de la taurina fue ovacionado.