El uso de la razón
Es verdad que la sanidad pública ha mejorado y es verdad que todavía puede mejorar más. Creo que hay colectivos, como la tercera edad, marginados y parados, entre otros, que sin duda se han visto beneficiados por la gestión realizada en los últimos años por parte del Ministerio de Sanidad y diversos organismos dependientes de él.Sin embargo, y éste es el motivo de mi carta, creo que los niños-as, en lo que se refiere a la atención ambulatoria, han quedado archivados en el obsoleto criterio de que a la edad de siete años llega el uso de la razón y, por tanto, pasan de ser niños / pacientes de pediatra a niños / pacientes de médico de cabecera, término inexacto, pero que sirve para entendernos.
Yo quisiera que mi opinión al respecto fuera publicada por su periódico, porque tengo la seguridad y la confianza de que sólo denunciando las irregularidades y los errores que se den en nuestra sociedad, y atendiendo al principio de que todo es susceptible de mejora y cambio, posiblemente en un futuro los niños de siete años sean considerados niños, y no adolescentes ni adultos, y sean atendidos por pediatras (médicos especialistas de niños).
Creo que, desgraciadamente, hay demasiadas muestras en todo el mundo de que no hay edad para el uso de la razón y que los hombres y mujeres que lo poseen lo han adquirido a base de cultura, análisis y, en fin, razonamiento de la vida.
