Una misión de paz sangrienta

La operación de paz en Somalia se ha convertido en una parodia horrible de lo que se supone que debe ser una misión de paz de la ONU. (...) El último incidente en Mogadiscio así lo demuestra. (...) Muchos civiles somalíes murieron. (...) La hostilidad hacia la ONU se manifestó en el ataque a periodistas extranjeros, y al menos tres murieron. (...)Estas operaciones delatan una actitud totalmente inadecuada tanto de las demandas políticas de las misiones de paz como de las realidades militares de vigilancia en una ciudad extraña y potencialmente hostil. Desde el enfrentamiento entre cascos azules paquistaníes y guerrilleros somalíes, la ONU ha contado principalmente con los ataques de helicópteros Cobra estadounidenses para castigar a los somalíes. (...)

En Bosnia-Herzegovina, la ONU se ha debatido desesperadamente durante meses sobre si adoptar una acción ofensiva, totalmente legitimada por las resoluciones del Consejo de Seguridad para salvaguardar la ayuda humanitaria. (...)

En Somalia, esta situación no se ha producido. (...) Nuevos informes sugieren que al menos un centenar de somalíes han muerto por la acción de la ONU. (...) El ministro de Defensa italiano, Fabio Fabbri, ha hecho un llamamiento para un completo replanteamiento de "todos los objetivos de la misión somalí". Esto es lo razonable, y después del último desastre es esencial.

, 13 de julio