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Un cerdo artificial, paciente de la primera operación intercontinental por robot

La NASA aspira a aplicar esta técnica para intervenciones quirúrgicas en astronautas

El paciente figurado, un cerdo artificial aquejado de un supuesto tumor en el hígado, yacía en el Politécnico de Milán bajo un robot capaz de intervenir en sus vísceras. El cirujano que le operaba manipulaba mandos desde un centro de la NASA en California, que aspira a aplicar esta técnica para operar a astronautas en el espacio. Un satélite garantizaba la comunicación entre ambos escenarios por televisión, que retransmitió ayer para italianos y norteamericanos imágenes de esta primera operación simulada por robot, controlada desde otro continente.

El único elemento simulado fue el enfermo, un modelo de tronco de cerdo dentro del cual se había implantado un hígado verdadero de este animal para realizarle una biopsia. En un primer momento, se pensó incluso en utilizar un cerdo real, pero, según explica a este diario uno de los participantes italianos en el proyecto, la idea fue descartada, tras consultar con la Facultad milanesa de Veterinaria, porque hubiera requerido excesivos requisitos y controles.La mecánica de la intervención respondió, en cambio, a la que generalmente se aplica en una operación real como la ejecutada. El cirujano instalado en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, a orillas del Pacífico, ordenó primero al robot que practicara una punción en el hígado del modelo porcino, controlado mediante técnica ecográfica por el distante galeno.

La máquina montada en la capital lombarda practicó a continuación dos pequeñas incisiones en la víscera por las que introdujo dos cánulas, y, a través de éstas, un instrumento de óptica endoscópica, más las pinzas, disectores y tijeras necesarias para la práctica de una biopsia. Esta tarea, así como la extracción del tumor maligno, fue realizada en Milán por un colaborador del cirujano que dirigía la intervención desde Pasadena (Los Ángeles).

Un segundo de retraso

Éste siguió el proceso a través de un complejo sistema de televisión capaz de dar 10 aumentos en tres dimensiones, y de guantes de realidad virtual que transmiten a miles de kilómetros las sensaciones precisas de quien toca los instrumentos que actúan sobre el campo operatorio. Pero como las comunicaciones imponen un desfase de más de un segundo entre la orden y su ejecución, el robot está dotado de sensores que le permiten autocorregir sus movimientos si el paciente se hubiera movido desde que se dio la orden. El sistema es capaz de frenar el bisturí si resulta necesario y advertirlo al cirujano.Esta intervención, al límite de la ciencia ficción, representó un hito para el proyecto Colaboración, Intervención y Ayuda en los Hospitales (CIAO), coordinado por el Laboratorio de Telerrobótica del Politécnico de Milán, dirigido por Alberto Rovetta, que controló la operación desde Milán, junto con Licinio Angelini, médico y catedrático de la Universidad de Roma, que la realizó desde Los Ángeles. Los dos italianos llevaban tiempo desarrollando un proyecto, del que ya había realizado una sóla prueba vía satélite, aunque mucho más modesta. El pasado 21 de junio, se llevó a cabo, en efecto, otra intervención simulada entre Milán y el laboratorio de IBM en Vimercate, próxima a la capital lombarda.

La puesta de largo de ayer ha coincidido con la adopción del proyecto italiano por la NASA, que le da una seguridad financiera y una proyección práctica que probablemente hasta ahora no ha tenido.

Revolución quirúrgica

El doctor Angelini declaró días atrás: "Es una revolución quirúrgica, que permitirá efectuar operaciones delicadas en zonas difíciles del planeta, donde no existen hospitales especializados pero a las que se hará llegar el robot".La perspectiva de que esas zonas remotas puedan llegar a ser las naves espaciales estadounidenses resulta mucho más verosímil que la hipótesis de una cirugía a distancia para el tercer mundo, aunque no deje de ser paradójico.

Pero CIAO es, sobre todo, "un sistema de transmisión -por fibra óptica y satélite- de datos, acciones y sensaciones entre personas, máquinas, ordenadores y robots", según explican sus promotores. Y como tal, es susceptible de múltiples aplicaciones. Una, citada por el doctor Licinio Angelini, es la posibilidad de práctica quirúrgica, sin riesgo para el paciente, que los sistemas de realidad virtual ofrecen a los nuevos médicos.

En el horizonte más remoto, se perfila un universo de "ambulancia-furgón-quirófano, dotadas de antenas para comunicación vía satélite, por ordenador, cámaras de televisión y robots, que permitirán que el cirujano especialista esté en otra parte de la ciudad, del país o del mundo, sin que ello le impida intervenir sobre un enfermo que precise urgentemente sus cuidados" preveen los promotores de CIAO.

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