Arzalluz teme que un pacto con el PSOE divida al PNV

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, reiteró ayer que la pretensión de su partido no es gobernar en Madrid y que, si en vez de Felipe González hubiese sido Aznar quien estuviese intentando formar Gobierno, su actitud hubiese sido similar a la que mantiene actualmente. Los compromisarios de la Asamblea Nacional del PNV, celebrada ayer en Vitoria, dieron a conocer las dos posiciones que existen entre la militancia respecto a la entrada de su partido en el Gobierno de España. "Hay un sector de las bases que se pregunta '¿por qué no?', y otro que cree que no se debe entrar. Para éstos, una participación en el Ejecutivo sería traumática. Tener un ministerio no es esencial, y sí mantener la solidez interna del PNV", indicó Arzalluz.En la reunión que celebre el lunes la ejecutiva del PNV se decidirá el voto para la sesión de investidura. Según Arzalluz, a pesar de los deseos de Felipe González de que el PNV adopte en breve una decisión sobre si participa o no en el Gobierno, ésta no se concretará hasta que no se conozca en profundidad la opinión de las bases del partido.

"Nosotros no tomamos las decisiones tan rápidamente como otros partidos. La ejecutiva va a intentar que haya una participación mayoritaria de las bases a la hora de adoptar una decisión para que no haya traumas por todo lo que esto pueda generar", indicó.

El PNV, según Arzalluz, no adoptará la decisión definitiva hasta que no haya un acuerdo de Gobierno serio y las bases nacionalistas dejen de considerar "un pecado" participar en el Gobierno de Madrid. Para el presidente del PNV, es primordial que las delegaciones del PSOE y de su partido lleguen a acuerdos en temas económicos, industriales y europeos. "Los aspectos autonómicos no imposibilitarán el acuerdo. No son tiempos de virguerías", añadió.

Tomando como referencia la grave crisis que atraviesa la economía española, el presidente del PNV explicó la posición que va a llevar a su partido a establecer algún tipo de colaboración con los socialistas: "Sectores enteros pueden caer de la noche a la mañana. No estamos para bromas, y desde esa percepción es desde donde estamos actuando a la hora de entrar o no".

En las conversaciones que mantengan los representantes de ambos partidos tienen que negociarse, según explicó Arzalluz, tanto los acuerdos como las discrepancias. El voto que emitan los diputados del PNV, para la sesión de investidura de Felipe González como presidente del Gobierno, no será en contra, indicó Arzalluz, aunque aclaró que la ejecutiva de su partido no ha decidido cuál será el que se emita definitivamente.

"Lo que el PNV ha decidido es que el Gobierno que salga no debe nacer con debilidad, porque la situación económica no lo permite", añadió. Las diferencias que existen en la actualidad en el seno de la familia socialista, no le causan demasiada preocupación al presidente del PNV: "Me preocupa más que Felipe González sea capaz de llevar a cabo una opción de gobierno eficaz, que el que tenga un partido sólido".