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Jesús Garay acaba una película basada en un relato de Simenon

El director Jesús Garay acaba de finalizar el montaje de su última película. Les gens d'en face, un filme basado en la novela del mismo título de Georges Simenon e interpretado por Juanjo Puigcorbé, Carme Elias y el estadounidense Ben Gazzara, se estrenará el próximo otoño.Garay, autor de s enllà de la passió (Más allá de la pasión) y La banyera (La bañera), reconoce que tiene entre manos una película "más convencional" que las anteriores. El hecho de que sea una coproducción franco-catalana, con distribución asegurada, también le garantiza que no tendrá los problemas de estreno de La banyera. Él, sin embargo, piensa que si la película funciona, será por una razón menos industrial: "La verdad es que confío en la historia".

Juanjo Puigcórbé es un turco, un cónsul turco en Georgia. Carme Elias es la esposa del turco. La actriz francesa Stelle Skornik es una fanática estalinista georgiana. Y el estadounidense Ben Gazzara hace de estadounidense, de escritor estadounidense alcohólico, que vive en Georgia. En Georgia, y a principios de siglo, en una ciudad a orillas del mar Negro transcurre esta historia. ¿No es una película demasiado diferente del cine de Garay? El director contesta que no: "No es un cambio tan grande, porque la trama se desarrolla en un ambiente cerrado, sórdido, cercano al que describo en otras películas".

Supervivientes

Bulgaria -"una ciudad de Bulgaria que mira al mar Negro, justo enfrente de donde está la ciudad georgiana", dice Garay- ha sido el escenario de las seis semanas de rodaje de Les gens d'en face, rodada íntegramente en francés. Estos personajes, que Garay describe como unos "supervivientes", viven una trama en la que realismo y magia se mezclan.Reducir costes de producción ha sido una de las razones más poderosas para elegir Bulgaria como lugar de rodaje de la película. Otra razón es que "se trataba del mismo ambiente, con un lago de por medio". Les gens d'en face es una película de encargo, con 225 millones de presupuesto, subvencionada por la Generalitat. "También eso es nuevo para mí", dice el director.

"Había leído el relato hace mucho tiempo, y recuerdo que pensé que era una novela de la que se podía hacer una buena película, porque era muy visual. Pero entonces no podía ni siquiera plantearme hacer una película de época, con decorados...", dice. Hacer una película de encargo tiene sus inconvenientes -"tienes que adaptarte a la idea general de la producción"-, pero Garay se muestra satisfecho: "La película, en realidad, coincidía con intereses míos, por sus ribetes enigmáticos".

Y también porque conocía la novela. "Simenon es un escritor sin grandes novelas. La verdad es que haciendo una cada 15 días era imposible que le saliesen redondas. Pero es un novelista de grandes argumentos", agrega.

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