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Un pliego intervencionista

El pliego de condiciones para el concurso de explotación de Las Ventas presenta una inexplicable regresión a pasados pliegos, que disminuían la duración de la temporada madrileña y un curioso prurito intervencionista por parte del Consejo Taurino de la Comunidad, que pretende establecer criterios respecto a los toreros y las ganaderías.La temporada empieza un domingo después y termina un domingo antes de lo establecido hasta ahora, con lo cual se suprimen dos festejos. Al parecer, los autores del pliego se basan en el mal tiempo que hace el primer domingo de marzo y el último de octubre. Eso según ellos, pues la realidad suele ser otra. Y constituye, además, un alarde de previsión meteorológica, cuyo alcance va mucho más allá de cuanto se atreverían a vaticinar los más avezados meteorólogos. En cualquier caso, este recorte de la temporada contradice el énfasis con que los propios convocantes del concurso proclaman Las Ventas como plaza de temporada, precisamente.

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Las Ventas sale a concurso

El Centro de Asuntos Taurinos fijará criterios respecto a los carteles de las ferias y entregará al empresario la relación de los toreros y ganaderías que considere más interesantes, atribuyéndose unas funciones que no competen a un órgano administrativo. Y que pueden tener efectos imprevisibles, pues los toreros y ganaderías que no figuraran en la lista verían corregidas a la baja sus aspiraciones llegado el momento de la contratación, mientras se incrementarían las exigencias de quienes estuvieran incluídos en ella.

Por otra parte, elaborar con el debido fundamento una relación de este tipo, requiere conocer muy a fondo la fiesta de los toros, el momento que atraviesan diestros y ganaderías, sus posibilidades de futuro. Una tarea propia de especialistas, que seguramente no abundan en el ente autonómico madrileño.

Es muy positivo que el pliego obligue a celebrar novilladas de promoción, porque en los nuevos valores está el futuro de la fiesta. Y no es desacertada la reducción del número de festejos exigibles en la feria de San Isidro, pues a veces el plantel de toreros no justifica abonos tan largos como los que se vienen dando últimamente.

El pliego demanda de los concursantes fórmulas para promocionar la fiesta y sus aspectos culturales. Son hermosas palabras, indicativas de nobles propósitos, que nunca están de más. Pero lo que se espera de la plaza de toros de Madrid es que celebre el mayor número de festejos posible, para satisfacción de los aficionados y para que todos los toreros y todas las ganaderías tengan oportunidad de figurar en sus carteles.

Victor Mendes sufrió una cornada menos grave en el escroto, al empezar su faena de muleta en la corrida celebrada ayer en Burgos.

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