Croacia amenaza con expulsar a los 10.000 "cascos azules" desplegados en su territorio

Croacia quiere evitar a toda costa el visto bueno internacional a cualquier referéndum en el interior de sus fronteras. El Gobierno de Franjo Tudjman anunció ayer que los 10.000 cascos azuIes desplegados en su territorio, cuyo mandato concluye dentro de cuatro días, deberán abandonar el país a finales de julio si los serbios que han ocupado la región croata de Krajina no colaboran y ratifican el plan de paz elaborado por los mediadores internacionales, Vance y Owen. En Bosnia sigue la guerra. Ayer, un proyectil segó la vida de siete personas, en su mayoría adolescentes, en el casco viejo de Sarajevo.

Mañana está previsto que los serbios de la Krajina ratifiquen su unificación con la autoproclamada República Serbia de Bosnia, una semana después del referéndum que aprobó de forma masiva su incorporación a esa república presidida por Radovan Karadzic, primer paso hacia la gran Serbia puesta en marcha por Belgrado.La prórroga de un mes concedida por Zagreb a los cascos azules, y que paradójicamente coincide con las amenazas vertidas por el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, de retirar a sus fuerzas si siguen siendo hostigadas por todas las partes en conflicto en la antigua Yugoslavia, no es observada con agrado por la población civil y los mandos militares de la Dalmacia croata, región vecina de la Krajina. Los cascos azules fueron desplegados en la zona al término de la guerra de Croacia, a principios de 1992.

Mientras una buena parte de la población civil es partidaria de un ataque del Ejército croata que "liebre" la Krajina y "empuje a los serbios hacia Bosnia", los mandos militares no ocultan su inquietud. Las fuerzas serbias bombardearon ayer con intensidad la ciudad de Gospic, en la costa dálmata, mientras que algo más al Sur, en Novigrad se producía un intercambio de disparos. Numerosos milicianos croatas se desplazaban hacia el frente en vehículos civiles y militares.

La autoproclamada República Serbia de Krajina, compuesta por las regiones de Krajina y Eslavonia oriental y occidental, pertenece a Croacia, pero desde la rebelión serbia de 1991 Zagreb no ha ejercido ningún control sobre la zona.

Tras el acuerdo de los presidentes de Serbia, Slobodan Milosevic, y de Croacia, Franjo Tudjman, para repartirse Bosnia-Herzegovina, la cuestión de la Krajina es lo único que puede enturbiar las buenas relaciones de estos dos fogoneros del nacionalismo intransigente.

Mientras, proseguían los combates en Bosnia central. Un sólo proyectil mató a siete personas en el casco viejo de Sarajevo, que desde el pasado día 15 vivía en relativa calma. La mayoría de los muertos eran adolescentes, según la radio musulmana. La ciudad de Zepce, asediada por las fuerzas croatas, quedó ayer completamente aislada. "Zepce está en llamas", declaró un portavoz de las fuerzas de la ONU. Los bombardeos croatas y serbios contra Zepce, Zavidovici y Maglaj causaron numerosas víctimas, informó Radio Sarajevo. Unos 300 soldados musulmanes han sido capturados por los croatas en esta zona.