Reconocido a un policía el derecho a dar clase que le negó la Administración
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha reconocido el derecho de policía a impartir clases en la Universidad, que le había sido negado por el Ministerio para las Administraciones Públicas por considerar que la función policial no es compatible con la labor docente. La sentencia rechaza este argumento y razona que las especiales características" del empleo policial "no pueden impedir, sino todo lo contrario, la docencia, con recíproco beneficio para ambas dedicaciones de los interesados y de las propias instituciones, policial y universitaria".El inspector Tomás Gil Márquez recurrió en 1992 contra la denegación, por silencio administrativo, de su solicitud de compatibilidad entre su trabajo como policía y el de profesor agregado de Derecho Romano en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Gil Márquez se defendió por sí mismo ante la sala de lo contencioso-administrativo.
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