El Congreso Mundial de Enfermería reclama el derecho de los pacientes a una muerte digna
El encuentro concluyó ayer en Madrid con una llamada a la solidaridad
Los enfermeros de todo el mundo promoverán "el derecho de los pacientes a morir dignamente y escoger o rechazar la ayuda religiosa", según las conclusiones del Congreso Mundial de Enfermería, clausurado ayer en Madrid. Abogarán también por el derecho de los enfermos a elegir a los profesionales sanitarios que les atiendan, y el de recibir toda la información sobre sus problemas de salud, tratamiento y consecuencias. El encuentro ha planteado la necesidad de "asegurar las prestaciones sanitarias a las madres y niños extranjeros ilegales".
Las conclusiones del congreso desarrollado en el Palacio Municipal de Congresos, apuestan por la defensa de los derechos humanos y hacen una llamada a la solidaridad. En este sentido, el español Máximo González, elegido en el transcurso del encuentro vicepresidente del Consejo Internacional de Enfermería (CIE), con sede en Ginebra, destacó ayer el "rechazo unánime a la resolución que pe día la realización obligatoria de la prueba, del sida a todo el personal sanitario"."En el rechazo hay una defensa de las libertades individuales, pero se ha argumentado también desde el aspecto económico: el coste de los test necesarios para todo el personal sanitario supondría un despilfarro antiético de los recursos económicos. Recursos que podrían aprovecharse para prevenir y tratar la enfermedad", afirma González.
El congreso señala la gripe, la hepatitis y el sida como algunas de las situaciones de riesgo profesional más frecuente en la enfermería, instando a los "responsables sanitarios a adoptar las políticas pertinentes para la protección inmunitaria en su medio labora". Dentro del mismo punto, se destaca "la necesidad de sensibilizar tanto al personal de enfermería como a la población general sobre los riesgos profesionales de los tabajadores de la salud".
Investigación
La defensa de una actitud ética está presente a lo largo de todas las conclusiones. Así, se señala que la investigación en enfermería debe estar "guiada en todo momento por unos principios éticos". Se pide, además, que sus resultados sean comunicados a los "consumidores y autoridades gubernamentales para que se tengan en cuenta en la planificación de recursos".Las enfermeras muestran especial preocupación por los efectos cancerígenos que pueden tener pesticidas y productos químicos, señalando que éstos se concentran en la leche materna y actúan sobre el sistema inmunitario. Abogan, por ello, porque se realicen estudios epidemiológicos de madres a hijos para determinar los efectos de esos contaminantes en la salud de los niños.
Los riesgos se agudizan en los colectivos marginados, especialmente cuando éstos no tienen garantizada la asistencia sanitaria, como ocurre con los emigrantes ilegales. Por ello, el séptimo punto de las conclusiones se centra en esos colectivos y acuerda "como criterio de solidaridad adquirir el compromiso de instar a autoridades y organizaciones para asegurar, desde un punto de vista humanístico, las prestaciones sanitarias esenciales a las maares y niños extranjeros ilegales".
La presencia mayoritaria de las mujeres en la enfermería se hace notar también en otra de las conclusiones: la relativa a los casos de violencia, incluido el acoso sexual. Se pide en este terreno que se creen servicios de "asesoramiento que ayuden a las enfermeras a enfrentarse a esos incidentes y sus consecuencias".
Máximo González considera que esas agresiones se deben en parte "al fracaso de los sistemas sanitarios. Esto genera frustración en los pacientes y sus familiares. Frustración que se vuelca contra el profesional de enfermería, que es el que está en contacto directo con el enfermo". "Los acosos sexuales se dan especialmente en las visitas a domicilio, que es donde las enfermeras se encuentran más desprotegidas", señala González.Satisfecho por haber roto por primera vez el monopolio anglosajón sobre los casi 100 años de historia del CIE, el presidente de los 170.000 enfermeros colegiados en España valoró ayer el desarrollo del congreso, afirmando que ha sido el mayor en la historia de la enfermería tanto en "número de ponencias presentadas como en participación". En total han asistido 9.500 enfermeros procedentes de 110 países. La mitad de los registrados eran españoles.
"Ha habido una gran colaboración por parte de las autoridades sanitarias. Las delegaciones de otros países han realizado visitas a hospitales y centros de salud de todo Madrid", dice Máximo González. "En una escala del 1 al 10, la profesión de enfermero estaría en España entre el siete y el ocho", dice González. Hay que recordar que un estudio realizado por el Consejo General de Enfermería sobre la situación mostró una frustración tan aguda que cada año 10.000 enfermeros abandonan en España la profesión.
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