La Comunidad corrige el II Plan Felipe y elimina la línea de cercanías Barajas-Campamento

La Comunidad de Madrid ha corregido las estrategias diseñadas para la región por el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, incluidas en el II Plan Felipe. Pero la goma de borrar sólo se ha aplicado en un proyecto de importancia: no se hará la línea de cercanías que iba a cruzar Madrid de Barajas a Campamento. El Gobierno regional ha pactado otras prioridades: 26 kiIómetros de metro y terminar la M-40, la M-50 y las variantes a las carreteras N-III, N-IV y N-V. Además se pretende extender la subvención del Estado a los transportes colectivos en la periferia. Las previsiones cifran en un billón de pesetas el presupuesto de este plan en ocho años, pero habrá que negociarlo con el próximo ministro de Hacienda.

El presidente regional, Joaquín Leguina, considera que la inversión en transportes trasciende a todos los sectores económicos de la sociedad, y mantiene, "desde una óptica de izquierdas", que es "un salario indirecto". Leguina sostiene que "Madrid es la capital del Estado y una cuestión de Estado", por lo que requiere actuaciones especiales.Hace casi un año encargó a su consejero de Transportes, Julián Revenga, que concertara con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes la continuación de los objetivos marcados en su día por el l Plan Felipe para la creación de infraestructuras en las grandes ciudades. El presidente regional recordó ayer que Felipe l, era conocido también como Felipe el Hermoso.

Ese plan, cuyo contrato finaliza el próximo 31 de diciembre, tendrá una continuidad en un II Plan Felipe que la Comunidad ha corregido durante unos meses, que se paralizó durante la pasada campaña electoral y que ayer tomó cuerpo.

Revenga, antes de pormenorizar las pretensiones de futuro hizo un balance totalmente positivo de la apuesta firmada en 1989 con el primer plan. En estos años las administraciones han invertido 121.000 millones de pesetas en carreteras, 50.000 en la red de Metro y 213.217 en subvencionar los transportes regulares de viajeros. El consejero sólo puso un pero en ciertos retrasos a las obras programadas para la red ferroviaria.

El nuevo convenio que deben firmar ahora el Estado, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de Madrid se divide en cuatro apartados: carreteras, Metro, red ferroviaria y financiación del transporte público.

Nuevas carreteras

Es el asunto sobre el que se divisan menos divergencias. Los criterios fueron acordados entre el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y la Consejería. La inversión para los próximos ocho años se calcula sobre los 210.000 millones de pesetas.

Las actuaciones estratégicas que acometerá exclusivamente el ministerio son la terminación de la M-40 (el distribuidor norte por el monte de El Pardo queda por contratar), 94 kilómetros con características de autovía metropolitana de la M-50, 84 kilómetros de variantes a las carreteras nacionales de Valencia (N-III), Andalucía (N-IV) y Extremadura (N-V), y la autopista de peaje hasta Guadalajara, cuya financiación extrapresupuestaria se sitúa en 35.000 millones de pesetas.

El plan no concreta el número de carreteras, accesos, conexiones y vías de servicio que se construirán para comunicar debidamente la operación de la ciudad aeroportuaria de Barajas.

Los redactores sí especifican que se montarán carriles reservados para autobuses y vehículos de alta ocupación en las carreteras radiales N-I (Burgos), N-IV (Andalucía), N-401 (Toledo) y N-V (Extremadura).

La Comunidad, por su parte, gastará 50.000 millones en autovías de carácter metropolitano: distribuidor de Alcalá. a la N-I, de Alcalá a Mejorada, entre Móstoles y Fuenlabrada y entre Campamento y Boadilla.

Además, y paralelamente con el II Plan Felipe, la Consejería de Transportes está ultimando en estos momentos su propio Plan Regional de Carreteras, en el que invertirá 120.000 millones en este mismo periodo (1994-2001), a razón de 15.000 millones anuales. El objetivo es jerarquizar y dar adecuado tratamiento a los distintos tipos de categorías de carreteras que componen los 2.760 kilómetros dependientes de la red regional.

Metro

Es la estrella del nuevo plan. Las obras actualmente en marcha (prolongación de las líneas 1, 6 y 10) suponen un aumento de la red de 9,5 kilómetros, con 10 nuevas estaciones, y superan la estructura vigente de 112 kilómetros y 155 paradas. Revenga anunció ayer que las futuras ampliaciones a otros distritos y barrios se aplicarán con criterios selectivos en función de la población y de la movilidad laboral. Intentó lanzar una andanada a las mastodónticas pretensiones municipales para este transporte.

El Metro del año 2001 tendrá 26 kilómetros y 26 estaciones más y aumentará su demanda de servicio a 350.000 habitantes y 120.000 puestos de trabajo. Las actuaciones de mejora en el suburbano significarán una inversión de 96.000 millones. Las prolongaciones previstas afectan a la línea 4 (seis o siete estaciones y 6,1 kilómetros), línea 9 (tres o cuatro estaciones y 3,1 kilómetros), ramal a Carabanchel desde Oporto o desde Elíptica (tres o cuatro estaciones y 3,4 kilómetros), línea 7 (cuatro o cinco estaciones y tres alternativas de trazado) y línea 10 (seis estaciones y cinco kilómetros).

Red ferroviaria

La Comunidad no ve prioritario el paso por el medio de Madrid de una línea de cercanías desde el corredor del Henares (Barajas) hasta la zona de la futura operación Campamento. El ministerio sí la había incluido y presupuestado en 70.000 millones.

Este apartado se centra ahora en alargar 3,6 kilómetros la línea de Parla y situar la estación en el centro de la ciudad. Además, se precisa que el polémico ramal hasta Alcobendas y San Sebastián de los Reyes (7,2 kilómetros) se efectuará desde la estación actual de Cantoblanco, con un trazado paralelo a la carretera El Goloso-Alcobendas, y penetrando en las dos poblaciones (con un censo de 135.000 personas) por medio de tres estaciones.

Todas las líneas se introducirán en Madrid, para conectarse con el Metro en intercambiadores. Todos los municipios con más de 30.000 habitantes estarán dentro de la red ferroviaria regional, a la que se dedicarán 150.000 millones.