Las compañías de tabaco demandan al Gobierno de Estados Unidos
Discrepancias en torno al daño a los fumadores pasivos
Las principales compañías productoras de tabaco demandaron ayer al Gobierno de Estados Unidos por los daños causados con su consideración de que los cigarrillos causan problemas de salud en los fumadores pasivos, aquellos que conviven con consumidores de tabaco en casa, el trabajo o los transportes y establecimientos públicos. Los tabaqueros discrepan de los datos oficiales y anuncian la ruina de la industria.
La Agencia para la Protección del Medio Ambiente sostiene que el tabaco es la causa de la muerte de 3.000 fumadores pasivos al año y un factor de agravamiento de la salud de cientos de miles de niños.Los demandantes consideran que la Agencia para la Protección del Medio Ambiente llegó a la conclusión de que el tabaco era dañino para los fumadores pasivos basándose en datos manipulados y negándose a admitir estudios que contradicen ese punto de vista.
Las compañías de tabaco aseguran que no existe ninguna confirmación científica de esos datos y que los informes del Gobierno provocan pérdidas que pueden llevar a arruinar a las empresas tabaqueras, que son la base de la economía en algunas zonas del sur de Estados Unidos.
Menos ventas
Las ventas de las empresas de tabaco se han ido reduciendo alarmantemente a lo largo de los últimos años. Los empresarios creen que, si no se pone freno a la ofensiva de los autoridades "serán condenados al desastre económico miles de agricultores de Estados Unidos" que viven de las plantaciones de tabaco.Sobre el argumento de que los cigarrillos perjudican a las personas que conviven con fumadores, numerosos restaurantes y oficinas han impuesto la prohibición total al tabaco y han retirado las máquinas en las que se vende ese producto, con el consiguiente perjuicio para la venta.
El uso de tabaco está ya totalmente prohibido en todos los vuelos nacionales de las compañías norteamericanas, y algunas se están planteando ya extender la prohibición a los vuelos internacionales. El matrimonio Clinton ha declarado también la Casa Blanca como área de no fumadores.
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