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EL FUTURO DE EUROPA

González, Kohl y Mitterrand no descartan levantar el embargo de armas a los musulmanes de Bosnia

ENVIADO ESPECIALEl presidente de Francia, François Mitterrand y los jefes de Gobierno de España y de Alemania, Felipe González y Helmut Kohl, respectivamente, abrieron ayer la vía al levantamiento del embargo armamentista que padecen los musulmanes de Bosnia, pero otros líderes de la Comunidad Europea (CE) se siguen negando a considerar esa hipótesis, que no queda reflejada en las conclusiones de la cumbre de Copenhague. Los Doce sí se comprometen, en cambio, a decidir en los próximos días el envío de más cascos azules y a costear la puesta en práctica de las seis zonas protegidas creadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para los musulmanes.

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Las conclusiones de la cumbre

Si no se cumple esta promesa de apoyar a la ONU "habrá que repensar las decisiones sobre el embargo", afirmó González. "Si la comunidad internacional no es capaz de resolver el problema por las vías que tiene a su alcance ni quiere hacer una intervención masiva e n Yugoslavia, como parece evidente, el derecho a la legítima defensa [de los bosnios musulmanes] empieza a aflorar", añadió. "No sé", se preguntó, "si hubiese tenido algún efecto de anticipación poner esta reflexión sobre el papel como posible amenaza" de la CE a serbios y croatas.Las declaraciones de González son tanto más llamativas cuanto que tan sólo doce horas antes su ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, reiteraba ante la prensa la tradicional postura de la diplomacia española a favor del mantenimiento del embargo. A la salida de la rueda de prensa de su presidente, Solana matizaba ya sus comentarios de la víspera ante las cámaras de una televisión británica, cuya reportera le preguntaba si había que suprimir la prohibición de venta de armas: "No por ahora; en el futuro, ya se verá".

González indicó que había comunicado al canciller Kohl la modificación de su posición al final de la cena que ofreció el lunes por la noche a sus homólogos de la CE el primer ministro danés, Poul Nyrup Rasmussen. El debate de la velada desató, según el presidente español, las pasiones cuando se habló justamente de levantar el embargo. "La discusión no tuvo nada de amistosa", comentó una fuente diplomática.

Kohl esgrimió una carta que acababa de recibir del presidente de EE UU, Bill Clinton, en la que le pedía su apoyo para lograr un levantamiento parcial del embargo. Abundando en el mismo sentido, Kohl afirmó en su rueda de prensa que "no se puede permitir que la comunidad internacional deje solos a los musulmanes de Bosnia. El levantamiento del embargo es una necesidad y un deber moral, porque significa ayudar al más débil".

Nadie adoptó una posición tan radical como Kohl, pero si González fue ese misma noche sensible a los argumentos de su amigo, el presidente francés también se mostró receptivo en el desayuno franco-alemán de ayer. Mitterrand se expresó después en términos muy parecidos a los de González. "Es intolerable", dijo, "que los musulmanes no se puedan defender". "Levantar el embargo sería deseable en otras circunstancias", añadió, refiriéndose al eventual fracaso de las zonas de protección.

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Junto con España y Francia, el Reino Unido es el tercer país europeo occidental que cuenta con cascos azules en Bosnia, y su primer ministro, John Major, parece compartir los temores de la presidencia danesa de la CE sobre las represalias contra su contingente de una supresión del embargo. Major expresó su "fuerte oposición" a esa medida, que es "el mejor camino hacia el caos". Una vez más el Reino Unido fue el más radical.

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