La compra de la colección Thyssen fue una fiesta
El baron pide que Villahermosa sea "un museo vivo que ilustre a los ciudadanos sobre el amor al arte y a la paz"
La firma del acuerdo por el que España compra los 775 cuadros de la colección Thyssen se celebró ayer en el palacio de Villahermosa de Madrid en un ambiente festivo. La mayoría del centenar de periodistas que asistieron al acto, mezclados con directores de museos y negociadores del complejo proceso jurídico y económico, se sumaron a los aplausos con la sensación de hallarse ante la firma de un acuerdo cultural histórico para España. El barón, que agradeció al ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, el haber estado trabajando en los últimos detalles hasta 10 segundos antes de la firma, dijo que el Palacio de Villahermosa, sede principal de la colección, debe ser un museo vivo que ilustre a los ciudadanos en un clima de amor al arte y a la paz
.Antes de aplaudir la firma del acuerdo, los periodistas también habían batido palmas, pero de protesta, por los 45 minutos de retraso con los que comenzó el acto ayer por la tarde. Heinrich Thyssen entró en el salón de actos del Palacio de Villahermosa seguido por los demás miembros que ocuparon la mesa: la duquesa de Badajoz; la mujer del barón, Carrrien Cervera; el ministro y el subsecretario de Cultura, Jordi Sollé Tura y Santiago de Torres; el abogado de la parte española, Rodrigo Uría; el secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, y el representante de Favorita Trustees Limited, entidad negociadora por parte del barón, Eric Pfaff.
"No puedo explicarles lo que siento en este momento", dijo Heinrich Thyssen, "sólo quiero dar las gracias y desear que transmitan que yo y mi familia siempre soñamos con un lugar donde la colección pudiese permanecer. Estoy seguro de que firmando este documento hoy cumplo. no sólo mi deseo sino también el de mis padres y el de mis hijos".
Thyssen se refirió después a que el "triángulo mágico" que el Palacio de Villahermosa forma con el Museo del Prado y el Museo Nacional Reina Sofía es ya conocido no sólo en Madrid sino en el mundo entero. Añadió que a Villahermosa se unirá el monasterio de Pedralbes, en Barcelona, y defendió que estos centros no sólo sean "una muestra de objetos bellos" sino museos vivos que sirvan para la ilustración y la educación de la gente.
Concluyó recordando que muchas de las obras que componen la colección han sido mostradas en distintos lugares de Europa, América, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Rusia, y dijo que espera que todos aquellos visitantes viajen a España para que puedan comprobar cómo las pinturas se exhiben ahora "de esta forma espléndida".
Después de las declaraciones de Heinrich Thyssen se procedió a la firma del acuerdo, en cuatro gruesos tomos de color rojo (unos 500 folios cada uno) que fueron pasando de mano en mano entre los cuatro firmantes: Jordi Solé Tura, por parte del Gobierno español; Santiago de Torres y Rodrigo Uría, como patronos de la Fundación Thyssen y como mandatarios de la misma y Eric Pfaff, por parte de Favorita Trustees Limited. Asistieron al acto 14 abogados, de cuatro nacionalidades, que han intervenido en el proceso.
Tras la firma, fue el momento en el que la mesa se convirtió en un territorio de felicitaciones cruzadas sobre las que destacó el abrazo entre Heinrich Thyssen y Carmen Cervera. Ésta se mantuvo durante toda la ceremonia en un plano de discreción, pese a que algunas preguntas de los periodistas la señalaron como artífice principal de un acuerdo que el ministro de Cultura calificó como "histórico, único", y la duquesa de Badajoz como acontecimiento del siglo.
Solé Tura, para: quien la firma supuso un momento de especial emoción, según dijo, comenzó recordando que la alegría de ayer se vio afectada por el terrible atentado terrorista que costó la vida en Madrid a siete personas. "Repudiamos este. criminal proceder", dijo, "últimos estertores del terrorismo salvaje. Quiero rendir homenaje a las víctimas y deseo desde aquí que todos los heridos se recuperen pronto y bien".
Agotadora recta finalEl ministro, que agradeció la labor negociadora de los que han participado en un proceso que ha durado siete años, destacó en especial la labor del subsecretario de Cultura, Santiago de Torres, "que ha trabajado día y noche". La agotadora recta final de las negociaciones llegó hasta los últimos 10 segundos antes de la firma, como ironizó el propio barón Thyssen. Preguntado Solé Tura sobre qué detalles negociaron en el último minuto, -respondió riendo: "Había una fotocopia que no se leía bien". Y añadió: "Han sido detalles, ningún problema de fondo".
A las referencias de un periódico suizo sobre que España ha aprovechado las rebajas de verano para hacerse con la colección, Solé Tura dijo: "A veces en las rebajas de verano se encuentran cosas fantásticas, pero quiero quitarle el sentido peyorativo: ésta es una gran compra y una gran colección que nos prestigia a todos".
Tita, la flor más bella
No firmó el contrato de compra de la colección m apenas intervino en el acto, pero la baronesa Thyssen, Carmen Cervera, se convirtió en la gran protagonista. Vestida discretamente, con un traje chaqueta de color crema, una camelia de tela en la solapa y su rutilante collar de perlas (ése que dicen que está valorado en un millón de dólares), apenas pudo reprimir las lágrimas.Una periodista le preguntó cómo se las apañaba para no llorar y ella contestó: "Me he dejado las lágrimas en casa, pero no sé si podré aguantarme". El primer gran piropo se lo dedicó su marido. El barón Thyssen empezó así su alocución: "Tengo muchas cosas que agradecer a España, pero sobre todo agradezco al pueblo español que me haya entregado la más bella flor de su jardín: Tita". Y tuvo que interrumpir su discurso ante las risas y aplausos que le dedicaron un centenar de periodistas. Después de la firma del grueso documento, Carmen Cervera se inclinó ante la infanta Pilar y luego el barón abrió los brazos y la requirió. La pareja se fundió en un abrazo ante los disparos de los fotógrafos.
Los asistentes estaban absolutamente convencidos del papel fundamental que Carmen Cervera ha tenido en que la colección Thyssen se quede en España. A la pregunta de que si fue ella quien logró convencer a los hijos del barón, éste respondió, provocando nuevos aplausos: "Carmen, la más bella flor del jardín, tiene un gran poder de convicción, pero creo que, en este caso, ha sido el propio museo quien ha convencido a mis hijos".
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