El PSOE y Euskadi

Aunque no soy socialista, como maketo (vasco de origen gallego o gallego nacido en Euskadi) quisiera expresar mi agradecimiento al PSOE por su contribución a la paz en Euskadi. Mis padres, como tantos otros miles de personas, salieron del País Vasco allá por el año 1981. Por entonces tenía 15 años, y recuerdo el odio que existía entre los vascos y los demás españoles. Cuando pasábamos por algunos pueblos castellanos o gallegos con el coche matrícula SS nos insultaban. Una vez que fuimos a Madrid para visitar a nuestros parientes nos pincharon las ruedas. Cuando mi tío de Madrid fue a Euskadi para visitarnos estuvieron a punto de destrozarle el coche (o quizá lincharlo) por tener matrícula M de Madrid (se salvó diciendo que era un emigrante gallego) Lo recuerdo perfectamente, fue en Fuenterrabía, pueblo donde hace años veraneaban miles de madrileños y donde,con el regreso de las cosas a la normalidad, están empezando a volver. Normalidad que sin duda es un éxito del PSOE, el cual ha hecho posible la convivencia pacífica entre los de dentro y los de fuera para que todos podamos ser de dentro (Arzalluz no sabe que hay miles de suecos negros descendientes de inmigrantes y refugiados).En la Herri Etxea (Casa del Pueblo) de Rentería conocí a la hermana de Jáuregui, que fue nuestra vecina y ya conocía a mis padres, que no son socialistas (sino del PP), pero llegaron a votar al PSOE en Rentería, aunque ser socialista tampoco significaba estar libre de morir en un atentado, como le sucedió a Enrique Casas.

Sin duda, el hecho de que el PP (al que apoyo porque creo que es necesario un partido nacional de derechas, moderado y responsable; Aznar podía nombrar a conservadores como Alcalá Zamora, Miguel Maura o Gil Robles; aunque Azaña era liberal, y, por tanto, de derechas o de izquierdas, según cómo se mire el liberalismo) haya obtenido cuatro escaños en Euskadi se debe, en parte, al PSOE.

En 1986, recorriendo de nuevo Rentería con un concejal del PSOE (que en tiempos había sido de los GRAPO y ahora se oponía a la violencia) y su novia gallega, subimos al balcón del Ayuntamiento, donde días antes los de Herri Batasuna habían lanzado todo tipo de objetos contra el alcalde socialista (durante las fiestas). Nos comentaba cómo estaban cambiando las cosas. Antes, los militantes del PSE y los de EE ni siquiera se hablaban, existía un odio profundo entre ellos, aun

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