Racionalidad ecológica

Sólo quiero mostrar mi extrema indignación y sorpresa ante el artículo Energía, ecología y racionalidad, de J. M. Kindelán, publicado por EL PAÍS el pasado 7 de junio.Existe a nivel mundial una campaña de racionalidad ecológica para mantener tranquila y consumidora a la gran masa de la población en los países enriquecidos. Decir que no se sabe bien si ha aumentado el CO2 en la atmósfera, y que si ha aumentado, como "parece ser", se pueda deber a causas naturales, y que el dióxido de carbono tenga unos efectos dudosos sobre el aumento del efecto invernadero, esconde unas oscuras intenciones mucho más peligrosas que el citado gas.

Este señor, que es un ingeniero de minas (¿a cielo abierto?), debe de conocer informes tan fiables como el de la Universidad de Berlín sobre el aumento de la temperatura para el año 2045, o los del Worldwatch Institute (consultor de las Naciones Unidas) acerca del medio ambiente y desarrollo, y que no coinciden en absoluto con lo que él opina, con, sus "parece ser".

Entre las 10 multinacionales más potentes en el mercado mundial se encuentran cinco petroleras y dos automovilísticas (todas interesadas en que no se pare el consumo de energía basada en los combustibles fósiles) que, con su poder, pueden controlar, y controlan, informaciones y opiniones del "párece ser" cómo, cuándo y dónde quieran.

Por último, decir que si las energías alternativas no contaminantes no resultan aún

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