"Adiós a mis cuadros"

El barón Thyssen estaba ayer muy tranquilo, feliz de que su colección se quede en España. La baronesa, en cambio, se mostró excitadísima, literalmente dando saltos de alegría. "Éste es un día grande para nosotros y para España". El jueves, los barones recorrieron las salas emocionados, sabiendo que tan magníficas pinturas a partir del lunes ya no serán suyas, sino de los españoles. "¿No te da pena pensar que estos cuadros ya no son tuyos?", le preguntó Carmen Cervera a su marido. "Adiós a mis cuadros", respondió sin pena el barón. Ambos pasaron el día de ayer en la intimidad.

"Lo más importante, y por eso me siento tan satisfecho, es que mis cuadros siempre podrán ser vistos por el público y, además, en un lugar tan bonito como el palacio de Villahermosa", comentó el barón Thyssen a su esposa.La baronesa, que afirmó en Barcelona el pasado mes de febrero que "en uno o dos meses se dará la respuesta definitiva, y si no, Heinrich y yo empezaremos a cortar cabezas", reconoció ayer que las negociaciones no podían haber ido más deprisa de lo que han ido. "Era imposible hacerlo por la enorme complicación de los tratos. Y aunque: ya se había conseguido lo más difícil, el consentimiento de los hijos del barón, el papeleo ha sido tremendo. Creo que en estos meses el barón y yo habremos leído como 2.000 o 3.000 documentos". Carmen restó importancia al hecho de que Alexander, el hijo menor de edad del barón, no haya firmado el acuerdo. "Por eso se ha retrasado en parte el acuerdo", afirmó, "pero estamos, absolutamente tranquilos porque todo está atado y bien atado. Los cuadros de la colección Thyssen se quedarán para siempre en España".

Carmen Cervera, que ha impulsado y seguido atentamente día a día las negociaciones, no ha querido enterarse demasiado del acuerdo económico final. La colección, valorada por los expertos en unos 300.000 millones de pesetas, se quedará en España por 44. 100 millones. "Ya sé que es poco dinero", dijo ayer Carmen, "sólo cinco cuadros de la colección de mi marido ya valen ese dinero. Éste es un regalo, de Heini y de sus herederos a los españoles". Y añadió, una vez más: "Para nosotros lo más importante es que se quede en España".

Hace siete años surgió la primera idea de que la colección Thyssen se exhibiera en España, primero de forma temporal y, después, definitivamente. Carmen tiene las fechas en la cabeza. ¿Durante estos años cuál ha sido el momento más difícil de las negociaciones? "Ni lo sé. Lo que sí puedo decir es que yo estaba decidida a que se quedara aquí y a aguantar y superar estoicamente las dificultades". La baronesa Thyssen admite, no obstante, que ha ido a clases de karate "para calmar los nervios" en los momentos de mayor tensión.

Todos los que han intervenido en las negociaciones coinciden en señalar que la baronesa Thyssen ha tenido un protagonismo decisivo en que la colección se quede en España. Ella intenta quitarle importancia. "Claro, si el barón no me hubiera conocido y se hubiera enamorado de mí, quizá tampoco habría conocido España y quizá tampoco se hubiera enamorado de España

Para Carmen Cervera, un montón de personas han sido esenciales en las negociaciones y no quiso olvidarlas ayer. "No habría sido posible si el rey Juan Carlos no se hubiera interesado en la colección desde un primer momento. Don Juan, su padre, que estará en el cielo, también tuvo un papel decisivo. Coincidimos con él en un viaje a Jamaica y se mostró entusiasmado con la idea y nos dijo que su hijo también lo estaba. Y los duques de Badajoz, y la duquesa desde que su marido falleció, han sido esenciales. Estamos tan emocionados y tan contentos que doña Pilar vendrá a comer hoy [por ayer] con nosotros. Queremos estar juntos en un día así, tan importante para todos nosotros".

Gente maravillosa

Y Carmen Cervera -que a cada minuto interrumpía sus declaraciones para decir: "¡Qué feliz, qué feliz me siento"- siguió con su lista de la "rnaravillosa gente" que ha contribuido a que la colección se quede en España: "El ministro Solana, y luego Semprún, y después Solé Tura. Y, desde luego, Felipe González. Y el abogado Rodrigo Uría, que ha llevado las negociaciones en nombre del Estado español, es un genio. Y nuestros abogados Phass y Lloyd. Sin todos ellos, todo hubiera sido más difícil, por no decir imposible".

Los barones Thyssen vivieron ayer en su casa de La Moraleja, en Madrid, un día inolvidable. Los teléfonos colapsados, llamadas de todo el mundo, excitación y nervios. "Voy a emborracharme para celebrarlo, voy a darme una vuelta en bicicleta o regar el jardín, voy a hacer algo..., concluyó Carmen, exultante y feliz,