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Cinco 'cascos azules' y más de 60 somalíes mueren en la ofensiva contra la casa de Aidid

El señor de la guerra somalí Mohamed Fará Aidid burló ayer por dos veces a las tropas de las Naciones Unidas que pretendían capturarle. La ONU le considera responsable de la muerte de 23 cascos azules paquistaníes. En la primera operación, efectuada por tierra y aire, resultó destruido su cuartel general y dañada su residencia particular. En la segunda, tropas italianas y francesas penetraron en el hospital Digfer, donde se le creía refugiado junto a 150 hombres. No hallaron ni rastro. Al menos cinco cascos azules resultaron muertos y otros 44 heridos durante los combates, en los que también perdieron la vida al menos 60 somalíes.

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Un escenario neocolonial

Los cadáveres se amontonaban ayer en las calles del sur de Mogadiscio próximas al cuartel general de Aidid, tras el bombardeo iniciado en la madrugada por la aviación norteamericana, al que siguió el enfrentamiento en tierra entre cascos azules y seguidores del dirigente guerrillero que intentaron infructuosamente frenar el avance de la fuerza multinacional.Fuentes oficiales informaron de la muerte de los cinco cascos azules en la operación, dos menos de los que se dijo inicialmente. Cuatro marroquíes y un paquistaní. Entre los 44 soldados heridos hay 37 marroquíes, tres franceses, tres paquistaníes y un norteamericano.

De acuerdo representantes del general Aidid en Nairobi, la capital de Kenia, las víctimas mortales se elevan a 35 soldados de las Naciones Unidas y más de 40 civiles somalíes. Fuentes hospitalarias en Mogadiscio aseguraron que el número de civiles muertos en la operación superaba los 60.

La residencia de Aidid fue ocupada por los cascos azules que no lograron el objetivo de la ofensiva iniciada el pasado sábado, en base a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU: capturar y juzgar a Aidid. El dirigente somalí, el más poderoso de los señores de la guerra de la contienda de clanes que se libra en, Somalia desde hace dos años, es considerado el responsable de la matanza, el pasado día 5, de 23 cascos azules paquistaníes en una, emboscada. Además, Aidid también es acusado de constituir el principal obstáculo a los esfuerzos desarrollados por la ONU para lograr un arreglo pacífico al conflicto.

El portavoz de la ONU en Nueva York, Ahmed Fauzi, reiteré ayer el apoyo de dicha organización a la intervención armada contra Aidid, a quien acusó, por su oposición a un arreglo pacífico, de ser el responsable de la muerte de los 350.000 somalíes víctimas del conflicto.

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Según declaró ayer en Washington Dee Dee Myers, portavoz de la presidencia norteamericana, el presidente Bill Clinton "dio su acuerdo", el miércoles, al nuevo bombardeo. Tras dicho ataque, el mayor de los cuatro realizados hasta ahora, centenares de guerrilleros armados salieron a las calles en la zona del ataque gritando "¡Abajo los americanos!". Los manifestantes se enfrentaron a tiros con fuerzas de la ONU que mantenían acordonada la zona con tanques y otros vehículos blindados.

La huida de Aidid

Los cascos azules sólo encontraron, en el interior de la residencia de Aidid, a tres mujeres. Según declaró ayer el general Bruno Loi, jefe del contingente italiano, el dirigente somalí había logrado huir y refugiarse en el hospital Digfer, situado en las afueras de Mogadiscio, junto a unos 150 milicianos. Militares italianos y franceses penetraron más tarde en el hospital Digfer. No hubo un solo disparo. Ni el general Aidid, ni sus hombres se hallaban en el interior.

Un responsable del contingente italiano admitió que existen "indicios de resistencia", pero no dio más detalles.

La acción de ayer ha sido objeto de nuevas protestas por parte de organizaciones humanitarias, que tuvieron que suspender sus intentos para reanudar la ayuda. Entre los muertos de ayer se encuentra un empleado local de la organización humanitaria Acción Internacional contra el Hambre, cuya sede fue alcanzada por dos proyectiles disparados por la aviación de EE UU.

Orden de captura

El representante especial de la ONU en Somalia, el almirante Jonathan Howe, anunció ayer en Mogadiscio que la organización internacional había ordenado la detención del general Mohamed Fará Aidid al que conminó a rendirse.Howe dijo que, a pesar de que todavía no ha concluido la investigación sobre las circunstancias en que 23 cascos azules paquistaníes fueron muertos el pasado día 5, dijo que ha avanzado los suficiente como para detener a Aidid por sospechas fundadas de su implicación en la matanza.

La asamblea parlamentaria de la Unión Europea Occidental (UEO) manifestó ayer su deseo de que se celebre una reunión de emergencia para discutir la "degeneración" de las operaciones de las Naciones Unidas en Somalia.

Además, dos de los partidos de la oposición en Italia, Refundación Comunista y Los Verdes, pidieron ayer la retirada de las fuerzas de paz en Somalia. "Las tropas italianas deben cesar inmediatamente de capturar a Aidid", dice un comunicado de Refundación Comunista. Italia mantiene en su ex colonia de Somalia el segundo contingente en importancia de los que integran la fuerza multinacional, con 2.600 soldados.

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