El cierre del aeropuerto de la capital de Somalia y el envío de barcos desde el Golfo presagian un ataque de EE UU

El cierre del aeropuerto de Mogadiscio y el envío de un portahelicópteros norteamericano anunciaban ayer la posibilidad de una inminente acción de represalia por parte de la ONU y Estados Unidos contra las guerrillas de Somalia que el pasado fin de semana mataron a 23 cascos azules paquistaníes. El cierre del aeropuerto de la capital de Somalia fue comunicado por un portavoz de las fuerzas de las Naciones Unidas en Mogadiscio, quien precisé que, a partir de la media noche, sólo se autorizaría el tráfico de los vuelos de la ONU.Al mismo tiempo, un portavoz del Pentágono informó en Washington que el portahelicópteros norteamericano Wasp y sus tres barcos de escolta recibieron orden de abandonar las aguas del Golfo y permanecer en el estrecho de Ormuz, probablemente a la espera de instrucciones para intervenir en Somalia. Una fuente del Pentágono reconoció que la decisión de movilizar esas naves fue tomada tras "el deterioro de la situación en Mogadiscio".

A bordo de esa flota navegan más de 2.000 marines que podrían entrar en acción en apoyo de los 4.500 soldados norteamericanos que permanecen actualmente en Somalia junto a los más de 13.000 cascos azules. Esta misma semana, el Gobierno norteamericano había enviado a Yíbuti, país fronterizo con Somalia, tres aviones AC-130 que esperaban órdenes para efectuar bombardeos de castigo contra enclaves militares de las fuerzas de Mohamed Farah Aidid, a quien los cascos azules paquistaníes acusan de la muerte de sus hombres en una emboscada.

Una operación militar de represalia por esa acción cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, que se ha declarado a favor de castigar a los culpables.