Volkswagen negocia un plan a diez años para comprar la un consorcio vasco la futura planta de Amorebieta
Volkswagen negocia con el consorcio vasco constituido para la ubicación de una planta de la multinacional alemana en Amorebieta (Vizcaya) la compra de la misma pasado un periodo de tiempo no superior a 10 años tras su puesta en funcionamiento. En el caso de que la firma alemana dé luz verde al proyecto, el consorcio vasco creará una sociedad con un capital social de unos 9.200 millones de pesetas -el 15% de la inversión total, unos 70.000 millones- para la fabricación de un nuevo modelo de coche.
El consorcio está formado por el Banco Central Hispano (BCII), IBV Iberdrola, la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), la Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) y la agrupación de empresas del sector de automoción IBC-Candemac, dedicada a la fabricación de troqueles y matricería.Durante esos diez años de funcionamiento, la Volkswagen se comprometería a pagar un canon por cada coche y a adquirir un número determinado de vehículos. Al cabo de ese periodo -que oscila entre ocho. y 10 años-, Volkswagen compraría la planta, cuya revalorización podría acercarse al 1,2% anual.
La negociación entre las partes reside ahora en fijar el número mínimo de coches que se compromete a adquirir anualmente y en el canon que anua. pagará por cada uno. Fuentes cercanas a la misma señalaron que "lo que pretendemos es que independientemente de que Volskwagen venda o no los coches adquiridos tengamos asegurado el pago de un canon anual".
Portavoces de la Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), que forma parte del consorcio vasco, confirmaron que este grupo intervendrá en la inversión de la planta de ensamblaje.
Para ello utilizará la sociedad de cartera MCC Cartera, que instrumentalizará las inversiones industriales del grupo Mondragón en el futuro.
Pero además, el grupo Mondragón ha anunciado que participará en el proyecto como suministrador de componentes para el nuevo modelo de coche.
Fuientes conocedoras de los resultados de las últimas reuniones entre la multinacional alemana y su filial española Seat han señalado que "el tema va hacia adelante", sin aportar mas datos. Los grupos de trabajo están divididos en tres: el apartado económico financiero, el técnico y el jurídico.
El escollo de las negociaciones con el consorcio vasco se centra en la "complejidad jurídica" del acuerdo. Los técnicos han estudiado y revisado el diseño de la planta, la capacidad de producción y los pormenores del proyecto.
Revisión al alza
De hecho, diversas fuentes consultadas por este periódico mostraron su extrañeza por la revisión al alza de las unidades a fabricar. El proyecto presentado por José Ignacio López Arriortua cuando trabajaba como vicepresidente de la General Motors cifraba la producción en 150.000 automóviles al año. La revisión de los técnicos de Volkswagen y Seat eleva la cifra hasta las 200.000 unidades de un coche utilitario de pequeñas dimensiones. La planta crearía 1.000 puestos de trabajo directos y otros 1.000 indirectos.
A finales de este mes el Consejo de Inversiones de Volkswagen tiene previsto reunirse para analizar el proyecto, pero la decisión última sobre la ubicación de la planta en Amorebieta la tiene el Consejo de Vigilancia de la multinacional alemana. Este comité no se reunirá hasta el mes de septiembre, según han señalado a este periódico.
La participación institucional del Gobierno vasco en la sociedad que forme el consorcio para la instalación de la planta de Volkswagen fue ayer desechada por fuentes cercanas al ejecutivo autónomo. Las citadas fuentes aseguraron: "No creo que este proyecto necesite ayudas públicas".La participación institucional se ha circunscrito a la compra, por parte de la Diputación de Vizcaya, de un millón de metros cuadrados en el barrio de Boroa, en la localidad vizcaína de Amorebieta, como enclave para la futura planta. La Diputación de Vizcaya ha desembolsado ya cerca de 1.000 millones de pesetas por la compra de los terrenos.
Mientras se suceden las informaciones sobre el proyecto, Super López tiene previsto realizar una doble comparecencia con la prensa el próximo lunes en Hannover y en Madrid para, entre otros temas, hablar de la guerra que mantiene la General Motors contra su persona y de la posible instalación de dicha planta.
Vigilancia
De momento, según publicó el miercoles la edición europea de The Wall Street Journal, la General Motors está vigilando el proyecto de Volkswagen y no descarta acciones legales contra la multinacional alemana si lleva adelante el diseño de un proyecto que considera de su propiedad.
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