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Estados Unidos y la CE exigen a Irán que abandone su programa nuclear

Lluís Bassets

LLUÍS BASSETSEstados Unidos está dispuesto a participar con tropas de tierra en el proceso de paz emprendido en Bosnia, según explicó ayer el secretario de Estado de Defensa norteamericano, Warren Christopher, en su primer encuentro formal con los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea (CE). Norteamericanos y europeos formularon también una advertencia muy seria al término M encuentro, sobre la proliferación armamentística en Asia, principalmente en la República Islámica de Irán, que estaría muy cerca, según se aseguró en Luxemburgo, de obtener misiles con carga nuclear.

Esta advertencia fue la verdadera novedad de esta primera reunión de la llamada Cooperación Transatlántica a la que asiste la nueva Administración norteamericana. «Debemos convencer a Irán de que abandone sus programas de construcción de misiles nucleares, químicos y biológicos", dijo el secretario de Estado norteamericano al término de la reunión.El ministro de Exteriores danés, Niels Helveg Petersen, como presidente semestral de la CE, reiteró la preocupación europea ante la carrera armamentística emprendida por Teherán. Christopher pidió una política de contención y presión, así como un mayor control en el comercio de la tecnología de doble uso. Irán está recibiendo suministros útiles para los programas militares desde repúblicas de la extinta Unión Soviética y desde China.

El secretario de Estado hizo las declaraciones de afecto mutuo de rigor en estos encuentros transatlánticos: "Estados Unidos y Europa están inextricablemente relacionados. Nuestros lazos no pueden ser más profundos".

Repitió también el compromiso norteamericano con la seguridad europea, como hizo a principios de año en el Consejo de Ministros de la Alianza Atlántica, justo tras la toma de posesión del presidente Bill Clinton.

Respecto a Bosnia, reiteró la oferta de fuerzas terrestres para el caso, harto improbable por el momento, de que todo el mundo, serbios de Bosnia incluidos, acepte la aplicación del plan de paz formulado por Owen y Vance.

Apoyo aéreo a Unprofor

Christopher apoyó la aplicación del programa de zonas seguras, al que Washington prestará apoyo aéreo "para proteger a las fuerzas de la Unprofor (Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia)" y prometió iniciativas en Kosovo y Macedonia para evitar la extensión del conflicto.

En este último capítulo, Estados Unidos manifestó su disposición a sustituir a las fuerzas de la Unprofor desplegadas ahora en Macedonia, para su utilización en tierra en la creación de las zonas seguras.

El ministro danés Petersen, por su parte, dedicó una enigmática frase a David Owen. "No criticaré a nadie, porque no es útil ni equitativo", dijo a propósito del Plan Vance-Owen.

Owen había demostrado el día anterior su pésimo humor frente a las indecisiones y contradicciones desplegadas por los Doce ante la crisis balcánica, principalmente en la toma de decisiones que luego no pueden ser aplicadas por falta de voluntad y de medios.

Como sucedió el martes con el Consejo de Ministros de la CE, esta reunión Estados Unidos-Comunidad Europea sirvió también para disipar, al menos en teoría, los malentendidos sobre el programa de acción de los 4+1 adoptado en Washington (Estados Unidos, Rusia, Francia y Reino Unido, como miembros permanentes del Consejo de seguridad, y España como miembro no permanente).

Sin embargo, las heridas abiertas entre los Doce por el programa 4+1 para la creación de zonas seguras no han terminado de cerrarse. Willy Claes, el ministro de Exteriores de Bélgica, país que preside la CE a partir del 1 de julio próximo, propugnó una mejor cooordinación política, con consultas más directas, criticando con ello la actuación sin aviso previo a los demás socios miembros de la Comunidad.

Los ministros de Exteriores de la CE y su colega norteamericano revisaron también el conjunto de las relaciones mutuas, incluido el capítulo comercial, en la perspectiva de un desbloqueo de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) después de la reunión del G-7 (cumbre de los siete países más ricos) en julio.

La evolución política en Moscú, la situación económica de los países de Europa central y oriental y las conversaciones de paz para Oriente Próximo fueron las otras cuestiones objeto de la sesión de la Cooperación Transatlántica, un organismo semestral de consulta permanente establecido en 1990 para estrechar los lazos entre Bruselas y Washington.

El ministro español de Exteriores, Javier Solana, aseguró al terminar la reunión que se halla "contento por el debate, en el que se ha demostrado que existe una estrategia común que tiene como hilo conductor el plan de paz Vance-Owen".

Solana aseguró que el levantamiento del embargo de armas a Bosnia no forma parte de la estrategia de la Comunidad Europea y es competencia del Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a una resolución elaborada por una comisión parlamentaria norteamericana. Respecto a la utilización de aviones españoles en Bosnia, el ministro aseguró que si era requerida sería únicamente para controlar la prohibición de sobrevuelo y no para misiones ofensivas. "Todos estamos seguros de que el plan de paz Owen-Vance se va aplicar", reiteró Solana.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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