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El avance arrollador de la Liga Norte rompe todos los esquemas del juego político en Italia

PERU EGURBIDE Pero la metáfora es una vez más inevitable, dada la magnitud del avance de la Liga Norte, de¡ hundimiento de la Democracia Cristiana (DC) y del retroceso del ex comunista Partido Democrático de la Izquierda (PDS), que se deducen de los comicios locales del pasado domingo. Sus resultados confirman que únicamente el movimiento antipartidos lombardo, difícilmente asimilable para el resto de las fuerzas, está creciendo con coherencia, y desbordan todos los cálculos sobre una próxima reforma de la ley electoral, previa a la convocatoria de elecciones anticipadas.

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La reforma, más necesaria, pero más difícil

Se daba por descontado que la Liga Norte crecería en estos comicios y que los casi 11 millones de italianos llamados a votar castigarían (le nuevo a los grandes partidos tradicionales. Pero no entraba en la cuenta que los votos emitid.os a favor del movimiento de Umberto Bossi alcanzaran sobre el 15% de los sufragios del pasado domingo, no sólo en el Norte, sino en todo lo ancho y lo largo del territorio italiano.Este resultado anunciado ayer, y referido a los municipios de más de 15.000 habitantes, que votaban con el sistema proporcional, presenta a la Liga como el partido mayoritario en Milán (con más del 40% de los votos), en Turín (con más del 23%), en toda la región nororiental de Friuli-Venecia-Giulia y, en general, en el Norte de Italia, donde la Liga recogía un 32% de los votos, más del doble que en las elecciones de hace un año, frente al 10,4% de la DC, que fue la segunda fuerza.

El hundimiento democristiano, el segundo gran dato de la jornada, era también mucho mayor de lo previsto, hasta el punto que la DC pasaba del 25,2% de las generales de marzo de 1992 al 18,8% en el conjunto de las localidades consultadas, sólo décimas por encima de la Liga.

Descalabro socialista

Seguía, en estos resultados globales, que tienen un valor indicativo con vistas a unas eventuales elecciones legislativas, el PDS, con un 11,6% de los votos -casi un 4% menos que hace un año y Refundación Comunista, con el 7,6%, 1,6% más que hace un año. Desaparece prácticamente el Partido Socialista Italiano (PSI), con un 3,6% de votos, frente al 14,2% de las últimas legislativas, lo mismo que los liberales, socialdemócratas, republicanos y otros microgrupos que han servido para completar un Gobierno durante décadas.

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Por el contrario, retrocede moderadamente el neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) y sube ligeramente a nivel global el movimiento antimafia La Rete. Quedan dos aspectos fundamentales de los resultados del domingo. El primero, completamente imprevisto, es que Refundación Comunista supera al PDS en todas las localidades del Norte consultadas.

El segundo es que el mapa político de la nueva Italia incluye novedades inesperadas: en el Norte de los problemas económicos y la gran industria domina la Liga, lo cual no es sorpresa, pero sí lo es que la fuerza alternativa más dinámica sea el radicalismo de izquierda; en el centro de la burocracia y la pequeña empresa, la zona de mayor continuidad con la Italia de la pasada década, domina un PDS también debilitado, que adquiere la primacía porque los democristianos se han debilitado más todavía; el sur continental sigue respondiendo al esquema de supremacía de una DC que, sin embargo, pierde casi la mitad de sus votos tradicionales a favor de nuevas coaliciones.

Queda Sicilia, marcada por el problema de la Mafia. Los primeros resultados indicaban que la DC retrocedía levemente, dejando campo a fuerzas con tradición en la isla, como los republicanos, a La Rete y a un nuevo auge neofascista.Cuatro Italias, pues, difícilmente conciliables, sobre todo dada la crisis de las fuerzas políticas de ámbito estatal y con capacidad para entretejerlas.

La DC reconocía ayer sin ambigüedades la gravedad de su derrota. Achille Occhetto, el líder del PDS, se empeñaba en mostrarse satisfecho por unos resultados que sólo lamentaba en el Norte. Bossi pedía elecciones generales inmediatas, mientras Leoluca Orlando, el líder de La Rete, decía que el Gobierno ha perdido la legitimidad que le quedaba. Los italianos podrían moderar estos resultados en la segunda vuelta, el 20 de junio.

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