Medicina de familia

Escribimos esta carta para expresar nuestro profundo desacuerdo con la realización, por parte de algunas comunidades autónomas, del curso para la obtención del título de especialista en medicina familiar y comunitaria para algunos médicos que acrediten cinco años de trabajo previos a 1989.Como es sabido, esta especialidad se crea a principios de los años ochenta con objetivos claros: promoción de la salud, prevención de la enfermedad y, en general, la aplicación de un nuevo concepto de medicina de calidad en la atención primaria.

Desde entonces, la vía para acceder a ella es la superación del examen MIR (de convocatoria anual) y, tras ellos, tres años de preparación como médicos residentes en grandes hospitales y centros de salud docentes. Nos parece evidente que éste es el único camino que garantiza la preparación de los profesionales médicos encargados de llevar a cabo esos objetivos.

La realización de estos cursos (de tres meses de duración) carece de sentido, pues no son equiparables en modo alguno a la vía MIR; más aún si tenemos en cuenta que, tras la acreditación como médicos generalistas que va a otorgar la Administración, se resuelven los problemas de aplicación de las directivas comunitarias sobre ejercicio de la medicina para los médicos generales.

No es, pues, corporativismo de los médicos de familia el estar en contra de estos cursos, sino la aplicación del sentido común y el asegurar así al ciudadano, cuando acude a su médico, la mejor de las atenciones posibles.-