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Terenci Moix reivindica la copla y el cine folclórico en 'Suspiros de España'

"El genero se revaloriza tras años de denostamiento", afirma el escritor

Terenci Moix acaba de publicar Suspiros de España (Plaza y Janés), libro profusamente ilustrado -"en glorioso blanco y negro", reza la portada- que lleva por subtítulo La copla y el cine de nuestro recuerdo. Terenci ha buceado en su particular archivo de folclóricas, desde Concha Piquer e Imperio Argentina hasta Marisol y la Pantoja, y lo ha hecho con una mirada cómplice y amable, excepto en el caso de Marujita Díaz. "Es un recuerdo que recuperas", afirma Moix, "pero que también pasas por el cedazo del análisis, y con el paso del tiempo te das cuenta de que hay dos partes, una artísticamente válida y otra muy kitsch".

Comenta Terenci Moix que ha hecho en Suspiros de España, libro diseñado por el tándem Saura-Torrente, una versión muy personal del mundo de las folclóricas. "No me gusta hablar de memoria colectiva, porque si partes de la propia memoria y la haces pasar por colectiva haces tranipa", afirma. "Es cierto que hay canciones de la Piquer que forman parte de la memoria colectiva, pero alguien puede argumentar que lo que para unos es la copla para otros es el fútbol".En Suspiros de España, Terenci repasa con elegancia una veintena de figuras míticas de la copla, con abundante mayoría femenina (Estrellita Castro, Carmen Sevilla y muchas otras), pero también con los inevitables Joselito, Luis Mariano y Antonio Molina.

"En este libro", precisa el autor, "he seleccionado unas figuras que a mí me impactaron, pero no lo he hecho con ánimo exhaustivo. Si hubiera sido así, faltarían Juanito Valderrama, Marifé de Triana y otros. Y sobraría Marisol, por quien siento un gran respeto como persona. Me he guiado por impactos personales. He visto en los últimos años más de 130 películas que de pequeños rechazábamos por considerarlas españoladas y me he dado cuenta de que el tiempo les da un valor alto. Ves que algún cine francés de la época, el de Fernandel por ejemplo, era tan malo como el de Carmen Sevilla. Y las películas italianas de consumo interno no eran mejores que las de Lola Flores. Lo que pasa es que nosotros teníamos el descaro de presentarlas a festivales internacionales y ellos las mantenían como producto comercial dentro de sus fronteras".

Franquista

Terenci Moix rechaza la etiqueta de género franquista que se ha querido colocar a menudo a las folclóricas. "Las mejores películas de Florián Rey con Imperio Argentina son de la República", explica. "El franquismo se apoderó de la copla, pero esto no la invalida como género. Incluso hubo algunos de sus representantes que se exiliaron, como Miguel de Molina y Angelillo". "Es cierto que a algunas folclóricas les encantaba ir a cantar a La Granja", añade, "pero esto no quiere decir que toda la copla fuese franquista".Un aspecto que Terenci defiende de manera particular es el de la letra de la copla. "Hasta los años cincuenta", afirma, "hay unas letras de calidad, como es el caso de las de Rafael de León, que era amigo de Federico García Lorca. Tatuaje, por ejemplo, u Ojos verdes. Sus letras tienen una categoría extraordinaria. En los sesenta, sin embargo, se entra en la vulgaridad. Pero, insisto, las de antes eran tan buenas como las letras que Jacques Prévert escribía para Juliette Greco".

Con sólo hojear Suspiros de España, uno se da cuenta de que tanto el escritor como los editores han cuidado a fondo la presentación y la selección de fotografías. Los últimos cinco meses los pasó Terenci, junto con su fiel secretaria, Inés, revisando su extenso archivo y en los lugares más insospechados a la búsqueda de la foto perdida. "He querido mostrar fotos de cuando los personajes estaban en el esplendor de su belleza", afirma, "y también he procurado que primen las fotos menos conocidas".

Preguntado si cree que se está viviendo un cierto resurgir de la copla, señala: "Creo que después de una etapa de denostamiento, el género se ha revalorizado. Es lógico". Y Terenci, lejos ya de la copla, con música clásica en el tocadiscos, se prepara para escribir el segundo volumen de sus memorias. Se llamará El beso de Peter Pan y se ha anunciado su publicación para octubre.

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