Declarada inconstitucional la nueva legislación sobre el aborto en Alemania
El Tribunal Constitucional de Karlsruhe, se pronunció ayer en contra de la nueva ley del aborto, que había sido acordada en 1992 por todos los partidos políticos para homogeneizar la legislación en las dos partes de Alemania. La sentencia, sin embargo, no alcanza a declarar ilegal la interrupción del embarazo durante los tres primeros meses de la gestación, aunque la penaliza al prohibir que el aborto pueda ser financiado por el seguro médico y que se practique en un hospital público.
La sentencia del tribunal estipula que el nuevo artículo 218 del Código Penal "viola las garantías constitucionales de respeto a la vida". Seis de los ocho jueces vestidos de rojo de Karlsruhe, entre los que sólo se encuentra una mujer, votaron contra la nueva redacción de este artículo, resolviendo un recurso de anticonstitucionalidad presentado por un grupo de diputados democristianos y por el católico Estado de Baviera."La mujer debe saber que el niño no nacido tiene su propio derecho a la vida", dice la resolución, "incluso en relación con el suyo, en cualquier momento de la gestación, y que, consecuentemente, a nivel legal un aborto sólo puede ser considerado en situaciones excepcionales".
Karlsruhe ha devuelto el texto al Gobierno del canciller Helmut Kohl y al Parlamento, y, mientras no se apruebe la nueva ley, abre un periodo provisional en la ex RDA a partir del 16 de junio -cuando se extingue la antigua legislación que autorizaba el aborto libre- durante el cual se podrá seguir practicando, previa consulta con un médico. Los jueces han querido ser específicos sobre esta consulta, marcando así las líneas maestras a los diputados para cuando debatan de nuevo el tema. "El propósito de este consejo", dice el texto, "es la protección de la vida no nacida. Debe estar guiado por el esfuerzo de animar a la mujer a seguir con la gestación y a mostrarle los beneficios de una vida con el niño".
Tempestad de críticas
La decisión levantó una tempestad de críticas, especialmente entre las muchas mujeres que ejercen la política. En las filas socialdemócratas se hablaba ayer de "un viernes negro para las mujeres", en palabras de la diputada Angelika Barbe. El precio de una Intervención de este tipo, según Barbe, se situará ahora en torno a unos 1.000 marcos (78.000 pesetas), "una cifra inasequible para las mujeres de la ex RDA".
La ministra de la Vivienda la liberal Irmgard Schwätzer, se mostró decepcionada. "Desgraciadamente", dijo, "la República Federal sigue siendo uno de los pocos países en los que el Estado no ha dejado de coaccionar a las mujeres en su pensamiento y sus acciones. El fallo es un golpe contra las mujeres responsables".
Sólo la ministra de Familia, la democristiana Hannelore Rönsch (CDU), aprobó la decisión de los jueces. "El Estado debe proteger la vida de los niños no nacidos desde el principio con su orden legal. Matar una vida no nacida sigue siendo ilegal", dijo.
Por otra parte, el socialcristiano (CSU) Edmund Stoiber, de 51 años, fue elegido ayer ministro presidente de Baviera en sustitución de Max Streibl, que dimitió por un caso de corrupción. En su camino hacia el cargo, este ultraconservador, que ocupaba el Ministerio del Interior de este land, derrotó sorprendentemente al presidente de su partido y ministro de Hacienda en Bonn, Theo Waigel, configurándose, visto su prestigio entre las baes del partido, como el genuino heredero de su mentor político, el desaparecido Franz Josef Strauss.
La labor de Stoiber en los próximo meses va a ser la de recuperar los votos que el partido viene perdiendo por su diestra en favor de los Republikaner, el partido ultraderechista liderado por Franz Schönhuber, que amenaza con hacerse con más de un 15% de los votos en Baviera y acabar con el tradicional dominio absoluto de la CSU en este land, el mayor y más diferenciado de Alemania.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.