La música de las palomas
Algunos madrileños han descubierto el placer de dar alimento a las palomas, compatible, ya se ve, con la audición de música en un casete, como el hombre de la fotografía, tomada a principios de este mes en la plaza Mayor. Estos animales van en aumento. En París y Génova negó a suministrárseles un anticonceptivo con el grano porque sus corrosivos excrementos causaban graves daños en estatuas y edificios. En Madrid también se ha notado este problema, pero por el momento las palomas se han librado del control de natalidad.
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