Regreso a la Tierra

Nadie ignoraba que Bush y Clinton tenían puntos de vista divergentes sobre el futuro del programa reaganiano de la guerra de las galaxias. El primero era un partidario declarado, aunque lo retrasara por razones presupuestarias. El segundo ha manifestado tantas reservas durante su campaña electoral que parece que los días del proyecto americano de defensa antimisiles en el espacio están contados en su configuración original. (...) El Pentágono adopta una versión soft: instalar sobre el terreno o, en otro caso, embarcar proyectiles interceptores de otros misiles para proteger el territorio norteamericano, o el despliegue de soldados en el extranjero, una amenaza al mismo tiempo menos avanzada, menos densa y menos tradicional que la de los tiempos de la guerra fría entre Oriente y Occidente. (...) He aquí representado el nuevo adversario potencial: los Estados, un poco en todo el mundo, suficientemente ricos y hábiles para procurarse a hurtadillas, burlando la rivalidad y la complicidad de las grandes potencias, armamentos que son tecnológicamente rústicos, pero militarmente eficaces, como los misiles balísticos tácticos o los misiles de crucero. (...) En previsión de esta proliferación, EE UU ha elegido regresar a la Tierra, y a partir de armas existentes, acopladas a satélites de detección, (...) quiere desplegar una red de misiles capaces de interceptar proyectiles ofensivos (...) en el nuevo programa de Defensa Nacional de Misil (NMD). (...)15 de mayo