La ventaja de un punto del PSOE sobre el PP mantiene la incertidumbre electoral

El PSOE y el PP mantienen, a tres semanas de las elecciones, un estrecho codo a codo que se traduce en una situación de virtual empate, practicamente, idéntica a la de antes de la convocatoria de elecciones, según un sondeo realizado por Demoscopia para EL PAÍS con 2.500 entrevistas. La mínima ventaja -36,6% de los votos para los socialistas, frente a un 35,5% para los populares- contrasta con la clara preferencia de la mayoría por Felipe González frente a José María Aznar. Los 20 días que restan hasta las elecciones pueden resultar decisivos en uno u otro sentido. El 78% de los encuestados afirma que votará el 6 de junio, pero casi la mitad no ha decidido a quién.

El sondeo, realizado entre el lunes y el miercoles pasados, no recoge el previsible impacto en la intención de voto de la devaluación de la peseta, él aumento del paro y la subida de la inflación del llamado jueves negro de la economía española.Desde un punto de vista técnico-estadístico riguroso, la proyección que ofrece la encuesta (un 36,6% del voto válido para el PSOE y un 35,5% para el PP) no autoriza a hablar de un ganador definido. Los porcentajes máximo y mínimo comprendidos en el error de muestreo son los siguientes: PSOE, 38,5%-34,7%; PP, 37,40/6-33,6%. Dentro de estos intervalos, cualquier combinación alternativa resulta estadísticamente posible. Estamos, pues, ante una situación de práctico empate. Para tres de cada cuatro españoles, si el 6 de junio el PSOE experimentase una pérdida importante de, votos, ello se debería fundamentalmente a errores y fallos de dicho partido más que a méritos de la oposición.

Los datos del sondeo indican el derrumbe de las perspectivas del CDS para obtener algún escaño; un ascenso de IU, si bien algo menos, pronunciado del que se preveía hace unos meses, y una básica estabilidad de los partidos nacionalistas.

Además del alto grado de participación esperada el 6 de junio, otro dato significativo del sondeo es que, por primera vez desde el inicio de la transición, el voto más joven (entre 18 y 22 años), que ejerce el derecho al sufragio por primera vez, no se inclina mayoritariamente por partidos de izquierda, sino por el PP.

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