La Comunidad intenta evitar la ruina del Sistema Monetario
LLUÍS BASSETS, El órgano más secreto y silencioso de la CE, su Comité Monetario, formado por gobernadores y directores del Tesoro de los Doce, se vio obligado ayer a alterar el orden de¡ día de su reunión ordinaria para discutir la petición del Banco de España, a la que se unió el Banco de Portugal, solicitando un realineamiento de las paridades del Sistema Monetario Europeo. La peseta fue devaluada en un 8%, y el escudo, en un 6,5%.
La reunión del Comité Monetario, probablemente tormentosa, duró más de siete horas. Buena parte del debate en el Comité Monetario se centró en el alcance de la devaluación. Los británicos pedían un 6% y los españoles deseaban llegar hasta el 10%. Cuanto mayor es la devaluación, más competitiva y menos conveniente para los otros socios.Esta nueva turbulencia en el seno del SME se produce en un momento especialmente delicado, a cinco días. del segundo referéndum danés sobre Maastricht y tres semanas después de que los doce gobernadores de los bancos centrales de los Doce llegaran a la conclusión de que no hay que reformar el SME.
El comunicado del Comité Monetario asegura que "es esencial para España completar la plena aplicación del programa de políticas de convergencia". La idea central que acompaña al realineamiento es así el de mantenimiento del mismo rumbo en lo que respecta a las políticas de rigor presupuestario y freno de la inflación, contradiciendo en consecuencia a las voces más o menos dispersas que propugnan el relajamiento de los criterios de convergencia como mejor medicina para salir de la crisis o sugieren la flotación de las monedas más debilitadas.
Portugal, cuya moneda se ha visto arrastrada por segunda vez en estos meses de crisis del SME por la tempestad española, junto a una devaluación más ligera, recibe el premio de un trato más exquisito en el comunicado de los gobernadores y secretarios del Tesoro "que toman nota del compromiso del gobierno portugués con su política de rigor prespuestario" y no llegan a dedicarle la frase conminativa, casi de filípica, que se merece el gobierno español.
Los términos simplificados del debate son muy claros: o se devaluaba fuertemente a las dos monedas más debilitadas del SME -con el riesgo de pérdida de competitividad de las otras monedas en un momento en que todos los países están obligados a aumentar sus exportaciones- o se expulsaba a las dos monedas del sistema, para que hicieran compañía a la lira y a la libra, en un régimen de flotación difícilmente compatible con la disciplina mantenida durante los últimos años, a costa de enormes sacrificios desde que la recesión adquirió toda su gravedad actual.
Las devaluaciones competitivas han sido denunciadas reiteradamente por la Comisión Europea, principalmente por su presidente Jacques Delors, como una manifestación de escasa solidaridad europea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.