La liberación del subconsciente
Chamaco reconoce que entra en trance durante sus mejores faenas
JUAN MORA, Chamaco sufrió un vahído en la Feria de Sevilla, cuando estaba a punto de rematar la faena en la que cortó una oreja. Define aquello como "una entrada en trance". Sueña con volver a experimentarlo esta tarde, porque sería sinónimo de triunfo, pues sólo siente esa sensación en las tardes grandes. En su presentación en Las Ventas, pide al público que le juzgue con "positividad".
Chamaco es capaz de conjugar el arte con el tremendismo en una misma faena. Así lo explica: "Todos los toreros tenemos que ser valientes, porque nos enfrentamos a una fiera y, a veces, hacemos alarde de nuestro valor. Pero también somos artistas, porque la tauromaquia no es un deporte, sino una expresión artística que provoca y desata emociones ante quien la contempla".El torero habla de un triángulo mágico, que forman toro, torero y público; en el centro queda la faena. Si no se quiebra ningún ángulo, se produce el triunfo. No es la única manera que tiene Chamaco de explicar gráficamente el toreo sublime: "Torero y toro se encuentran solos en la plaza, encerrados bajo una bóveda. Encima está el público presenciando el espectáculo. Cuando en el ruedo los dos protagonistas empiezan a dibujar bellas esscenas, la bóveda se abre y la gente se funde con nosotros".
En ese momento, Chamaco siente su transformación: "Entro realmente en trance. Me sucede esto porque vivo tan de cerca mi propia faena que libero la puerta de mi subconsciente. Son momentos en los que me pongo en contacto conmigo mismo".
Desafío al toro
Puede suceder también, entonces, que Chamaco se quite, en un violento gesto, el corbatín, y avance, desafiante, hacia el toro, con el cuello metido entre los hombros y las rodillas bajas. El resultado de tal componenda es que su figura se descomponga, y él lo sabe: "Forma parte de cómo soy yo. A veces me he preguntado si sería mejor adoptar otras posturas. Pero me he dicho: "Afortunado eres por tener personalidad". Realmente, mi figura no es grotesca, ni hortera; soy yo mismo, que intento integrarme en la escena que se representa en esos instantes; quiero crear algo y eso es lo que sale".
Desde que cortó la oreja en la Feria de Sevilla se ha pasado los días en la finca de Huelva toreando de salón. Llega dispuesto a "formar algo importante" en Madrid. De su público dice: "Es especial y tiene sus preferencias, pero como las que tiene el de Sevilla. Yo sólo espero que me sea favorable y vaya con positividad a verme porque encajo totalmente en su línea".
Babelia
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