El futuro político de Venezuela, pendiente del fallo del Supremo sobre el procesamiento o no del presidente

La tensa espera del fallo de la Corte Suprema de Venezuela que ha decidir si se procesa o no por corrupción al presidente, Carlos Andrés Pérez, ha creado una sensación de vacío de poder e insistentes rumores de golpe militar, lo que ha puesto a los políticos a buscar desesperadamente al sustituto de consenso que gobierne el país en los siete meses que faltan para concluir el mandato del jefe del Estado. La orden de acuartelar a las tropas y reforzar la vigilancia de fronteras ha intensificado los temores a una intentona golpista.

Mañana, los 15 magistrados de la Corte decidirán, muy probablemente, abrir juicio contra Pérez y sus ex ministros Alejandro Izaguirre y Reinaldo Figueredo, por la presunta malversación de 250 millones de bolívares (300 millones de pesetas) de los fondos secretos del Gobierno. El importe fue convertido en una suma de dólares preferenciales en febrero de 1989, días antes de eliminarse el control de cambios. No se sabe aún en qué se gastaron.Por añadidura, el Ministerio de Defensa ha ordenado el inmediato acuartelamiento de las tropas y el refuerzo de la vigi-lancia en la frontera, ante el temor a un nuevo golpe militar. El Ejército quedó fracturado tras las intentonas fallidas del 4 de febrero y del 27 de noviembre pasados y un Gobierno a la deriva, como el actual, ofrece abundante caldo de cultivo para otro alzamiento.

La dirección del partido gubernamental, Acción Democrática, el de Pérez, se ha movilizado para explicar a los militantes lo que sucede y prepararles para un Gobierno de transición.

Candidatos de la oposición como Rafael Caldera y Oswaldo Álvarez Paz han propuesto adelantar a agosto las elecciones presidenciales, previstas para diciembre, y nombrar una asamblea constituyente que emprenda la reforma política.

La gama de posibles presidentes de transición propuestos va desde el historiador Ramón J. Velázquez, el escritor Arturo Uslar Pietri, el canciller Fernando Ochoa Antich o el fiscal Ramón Escovar Salom hasta el ministro de la Defensa, Iván Darío Jiménez.

Y mientras se barajan nombres de eventuales relevos, el presidente ha dicho que acatará la sentencia de la Corte. Algunos de sus ministros más cercanos han asegurado a EL PAÍS que Carlos Andrés Pérez se muestra seguro, tranquilo y confiado. "Si el fallo resulta en su contra, él va a defenderse en el juicio para demostrar su inocencia y salir absuelto". Esto supone desprenderse de su cargo de jefe del Estado, ya sea presentando la dimisión, ya sea pidiendo un permiso temporal. El presidente está facultado para nombrar un sustituto provisional. La Constitución también establece que el cargo puede ocuparlo el presidente del Congreso por un plazo de 30 días.

Sin embargo, la gran interrogante es si Carlos Andrés Pérez va a regresar a su cargo después de estar en el banquillo de los acusados, aun en el caso de que salga airoso y absuelto del juicio como afirman sus ministros cercanos.