Irritación y temor en Brasil ante la posibilidad de que Washington decida penalizar sus exportaciones

RICARDO SOCCA, La decisión norteamericana de aplicar represalias comerciales a Brasil provocó la reacción irritada. del Gobierno y del Parlamento, mientras que la aprensión se apodera de los sectores afectados por la medida.

El Ministerio de Relaciones Exteriores divulgó una nota en la que anuncia la decisión del Gobierno brasileño de llevar su preocupación por la decisión de Washington ante el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT). La nota de la cancillería dice que la decisión de Washington "se apoya en una percepción distorsionada por intereses exclusivamente sectoriales -en especial los de la industria farmacéutica- en perjuicio de intereses más amplios y más permanentes de la relación bilateral". El comunicado agrega que "el Gobierno brasileño insta al Gobierno de EE UU a revisar su decisión y cerrar este episodio, que conturba y deteriora una relación comercial de la mayor relevancia caracterizada por un entendimiento y fluidez crecientes".

Portavoces de la Asociación de la Industria Farmacéutica de Estados, Unidos han dicho recientemente que la piratería con medicamentos practicada en Brasil causa a ese sector una pérdida de 300 millones de dólares anuales. Por su parte, la Alianza Internacional de la Propiedad Industrial se queja de pérdidas por 125 millones de dólares (casi 15.000 millones de pesetas) por copias no autorizadas de filmes, cintas con música, programas para ordenadores y libros. Las sanciones comerciales norteamericanas llegarían a un monto equivalente a esas pérdidas.

En Brasilia, el secretario de Comercio Exterior de la cancillería, Renato Marques, comentó que las sanciones "son claramente una presión sobre el Congreso", que está redactan do un proyecto de ley sobre patentes. El miembro informante de la comisión encargada del tema, el diputado Ney Lopes, dijo que el Parlamento brasileño "no se propone hacer una ley para Estados Unidos, sino integrar Brasil al mundo". El presidente de la Asociación Brasileña de Exportadores de Calzado, Eduardo Petry, pronosticó que EE UU utilizará a ese ramo como instrumento de presión para lograr la aprobación de una ley de patentes. Por su parte, el empresario de la industria frigorífica Fernando Saldanha vaticinó que las represalias comenzarán con la carne industrializada, que ya es objeto de presión por motivos sanitarios.

La legislación brasileña sobre patentes es un pleito que dura desde hace tiempo. En 1987, el presidente Ronald Reagan anunció la aplicación de un gravamen suplementario de 105 millones de dólares a las importaciones de Brasil como represalia por las restricciones que este país aplicaba a la importación de ordenadores.