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Japón amenaza a EE UU con represalias si la Administración Clinton sanciona sus productos

Juan Jesús Aznárez

Japón, acusado por el Gobierno norteamericano de discriminar a sus empresas en la contrata de obras públicas, amenazó ayer con represalias si EE UU impone sanciones. El enfrentamiento comercial entre Tokio y Washington parece aproximarse. La reacción del ministerio de Exteriores nipón al anuncio de medidas de no corregirse las prácticas denunciadas en 60 días fue rápida. "Si el Gobierno de EE UU aplica sanciones ( ... ), el Gobierno japonés tendría que tomar en consideración medidas apropiadas, incluida la posibilidad de medidas de represalia se advirtió en un comunicado.

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La amenaza estadounidense -hecha pública el viernes por el representante de comercio estadounidense, Mickey Kantor- no ha sorprendido excesivamente porque el gabinete de Kiichi Miyazawa había anticipado una política más agresiva de la nueva administración demócrata para equilibrar la balanza comercial, que registra un superávit favorable a los Japoneses cercano a los 50.000 millones de dólares (unos 5,7 billones de pesetas).El contraataque oficial de Gobierno japonés alude a un acuerdo suscrito en el año 1988 y aporta estadísticas que la administración estadounidense rechaza por engañosas o confusas: las compañías norteamericanas del sector de la construcción suscribieron anualmente en Japón contratos públicos por valor de 330 millones de dólares (alrededor de 38.000 millones de pesetas), mientras que las japonesas contrataron en Estados Unidos alrededor de 325 millones de dólares.

Empresas mixtas

Analistas japoneses subrayaron que el Gobierno de Estados Unidos no intenta la revocación de aquel pacto, que facilitó la entrada de empresas mixtas con capital estadounidense en varios importante proyectos públicos, sino acabar con la estrecha dependencia entre las grandes empresas niponas y el propio gobierno japonés a través de dirigentes del Partido Liberal, en el poder desde 1955.El último escándalo arruinó la carrera del político más influyente de Japón, Shin Kanemaru, que decidió el nombre de los tres últimos jefes de Gobierno, y puso también de manifiesto los excluyentes y arbitrarios sistemas de asignación de las obras públicas con presupuesto más elevado. Kanemaru utilizaba su gran influencia en el ministerio de la Construcción para favorecer, a cambio de multimillonarios "donativos" políticos, a determinadas firmas. El ministerio de Asuntos Exteriores nipón, que también alude al previsible negativo efecto del enfrentamiento en el desarrollo de la Ronda de Uruguay de las conversaciones GATT, asegura que el Gobierno japonés está dispuesto negociar un mejoramiento de los procedimientos establecidos para, la concesión de contratos en obras públicas en el mercado de Japón, pero no lo hará "en tanto se mantenga una política de presión y una fecha límite".

Si finalmente Estados Unidos decide imponer sanciones contra Japón, sería la primera vez desde que en el año 1987 decidió medidas punitivas por estimar que Tokio vulneró el contenido un acuerdo bilateral sobre el comercio de semiconductores.

[Junto con Japón, están apercibidos de sanciones otros países como India, Tahilandia o Brasil, así como otros muchos Estados en vías de desarrollo].

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