El dilema de Clinton
ANTONIO CAÑO, ¿ To bomb or not to bomb? Bombardear o no bombardear: éste es el dilema que angustia desde hace días al presidente norteamericano, Bill Clinton, y que puede resolver hoy mismo con el anuncio de una serie de acciones a tomar en Bosnia, que podrían incluir el bombardeo de posiciones serbias y el levantamiento del embargo de armas a los musulmanes bosnios.
Clinton está concentrado por completo en ese asunto. El jueves por la noche sostuvo una conversación con los miembros de su gabinete de seguridad, incluido el jefe del Estado Mayor, general Colin Powell, y hoy por la mañana volverá a reunirse con ellos para tomar una decisión. Powell, que antes era reacio a tomar medidas militares en Bosnia, considera ahora que un bombardeo selectivo bien diseñado podría contribuir al objetivo final de detener los ataques serbios y acabar con la limpieza étnica.
Si no surgen dificultades que impidan llegar a un acuerdo en esa reunión de hoy, Clinton procederá a una última ronda de consultas telefónicas con líderes europeos y representantes del Congreso. Posteriormente anunciará sus planes -tal vez en un mensaje a la nación- y después es posible que envíe al secretario de Estado, Warren Christopher, a recorrer vanos países de Europa, entre ellos probablemente España, para conseguir el respaldo de los aliados norteamericanos y de Rusia a ese proyecto.
Washington, que ya no confía en las promesas de los serbios, tomará una decisión independientemente de los resultados de la reunión que celebran en Atenas los líderes de las distintas facciones enfrentadas en Bosnia. Los serbios "han dicho ya antes muchas cosas que luego no han significado nada. Los juzgaremos por sus obras, no por sus palabras", advierte el presidente Clinton.
Christopher también aseguró que la reunión de Atenas "no cambia los planes norteamericanos en absoluto". "Estamos interesados en esa reunión, pero eso no influye nuestra toma decisión", dijo.
La misión de Christopher en su gira europea es la de vencer las resistencias de los países con tropas en Bosnia a tomar acciones militares que pongan en peligro a sus hombres. El director de comunicaciones de la Casa Blanca, George Stephanopoulos, dijo ayer que Clinton confía en obtener el respaldo de los aliados a sus iniciativas y que la oposición de los europeos a los bombardeos y al levantamiento del embargo de armas "se ha suavizado en los últimos días".
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