El ministro de Defensa niega las acusaciones de corrupción
El ministro de Defensa de Rusia, general Pável Grachov, desmintió ayer de manera tajante la acusación de abuso de poder vertida contra él en una nota hecha pública por la fiscalía general a última hora del jueves. "Esa información, de carácter abiertamente especulativo, es una acción política tendente a desacreditar al Gobierno, los dirigentes del Ministerio de Defensa y personalmente al ministro en vísperas del referéndum", dijo Grachov a la agencia Itar-Tass en Novosibirsk, la ciudad siberiana donde le sorprendió la noticia.
El ministro aseguró que no pueden existir los supuestos "nuevos datos" aludidos en la nota de la fiscalía que le incriminarían en el asunto de la venta ilegal de material militar e inmuebles pertenecientes al Ejército del Oeste, desplegado en la ex República Democrática Alemana. "Es más", agregó, "los datos sobre casos de abuso de poder son bien conocidos y fueron descubiertos a instancias de los propios comandantes militares y los dirigentes del Ministerio de Defensa", que ya abrieron en su momento el reglamentario procedimiento.
El fiscal general, Valentín Stepankov, se halla enfrentado a Borís Yeltsin desde que criticó al presidente inmediatamente después de que éste anunciara su intención de arrogarse poderes especiales el 20 de marzo pasado.
La nota de la fiscalía sitúa a Stepankov claramente alinedo con el vicepresidente Alexandr Rutskói, también agriamente enfrentado a Yeltsin desde la crisis del mes pasado. Rutskói ha centrado su campana del referéndum en la denuncia de casos de corrupción en las esferas del Gobierno y el entorno presidencial, basándose en 11 maletas de documentos. Sobre algunos de ellos parece que se basó la nota de la fiscalía, que también anunciaba que iba a ser llamado a declarar Guennadi Búrbulis, uno de los hombres más próximos al presidente Yeltsin.
