La ONU reacciona
LA RESOLUCIÓN del Consejo de Seguridad de la ONU estableciendo el bloqueo total contra la llamada nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro) llega tarde para Srebrenica y para toda Bosnia oriental, donde la limpieza étnica está prácticamente consumada. Pero en la medida en que contribuya a doblegar la criminal actitud serbia, puede servir, a largo plazo, para crear las condiciones de una paz duradera en la región, y a corto, para detener el indecible sufrimiento de las gentes si logra incrementar una presión a la que los serbios son muy sensibles.El Consejo de Seguridad establece que si la parte serbia no firma el Plan Vance-Owen el día 26 de abril -uno después del referéndum en Rusia-, Serbia y Montenegro se verán sometidos a un bloqueo internacional sin precedentes en la historia de la ONU: prohibición del tráfico fluvial y marítimo, embargo comercial total, prohibición de viajes de ciudadanos serbios y *congelación de los bienes de la nueva Yugoslavia en el extranjero. La ONU demuestra así que le es posible ejercer su papel por otros medios que los de la fuerza militar. La resolución es un nuevo giro de tuerca que impondrá durísimas condiciones de vida a los ya maltratados ciudadanos de Serbia y de los territorios ocupados por sus fuerzas en Croacia y Bosnia, puya dependencia de Belgrado es absoluta.
La llegada a Srebrenica de 137 cascos azules canadienses, única consecuencia del acuerdo de alto el fuego suscrito por musulmanes y serbios bosnios el pasado sábado, puede llegar a disuadir al Ejército serbio de lanzarse a un asalto final. Pero, como ha asegurado el general francés Phillipe Morillon, no lo excluye. La evacuación de la población de esta ciudad -a la que habrán de seguir probablemente las de Zepa y Gorazde, últimos enclaves musulmanes en la Bosnia serbia- evitará matanzas a gran escala. Sin embargo, reactivará el dilema en que las organizaciones de la ONU se encuentran al tener que elegir entre dos tragedias: la liquidación física y la huida desesperada de la población ante la maquinaria militar serbia o el trasvase de ésta hacia otras regiones del centro de Bosnia. En ambos casos se cumple el objetivo último de la estrategia serbia: liquidar la presencia musulmana en esta región bosnia fronteriza con Serbia y establecer la homogeneidad étnica que permita en su día la integración en una Gran Serbia.
Serbia y Montenegro adquieren así la condición de Estados parias que anunciaba hace unos días en Belgrado Reginald Bartholomew, el enviado del presidente norteamericano. Tras esta resolución, a la comunidad internacional le quedan muy pocos recursos más de presión sobre Belgrado al margen de la intervención armada y el levantamiento del embargo. de armas al Gobierno bosnio, dos medidas sobre las que parece imposible el. consenso en Nueva York. Ya fue complicado obtener de Rusia la abstención en la votación de anteanoche.
Sería ilusorio esperar que Belgrado y Pale -cuartel general de los serbios bosnios- se sometan ahora a la decisión internacional de imponer el Plan Vance-Owen y que abandonen sus objetivos territoriales, que ven cada vez más cercanos tras dos años dé desafío; en este sentido, es significativa la iniciativa de Rusia (la valedora de Serbia) de proponer una revisión de la distribución territorial del plan para intentar acomodar en él la exigencia estratégica serbia del corredor septentrional defendible que mantenga abierta la comunicación entre Belgrado y la Bosnia serbia.
La decisíon de someter a la nueva Yugoslavia a un largo aislamiento total es una clara señal de que el mundo no aceptará la política de hechos consumados que el régimen y el Ejército serbios le han impuesto hasta ahora. La advertencia va dirigida a Belgrado y Pale, pero también a todos sus potenciales emuladores si quieren solucionar sus problemas de minorías y sus disputas fronterizas con los mismos métodos en los Balcanes, Centroeuropa o el Cáucaso. El bloqueo y su vigilancia con presencia sustancial de observadores y tropas internacionales puede, además, dar ciertas seguridades a Macedonia de que no será el próximo objetivo del apetito territorial serbio.
¿Acabará esta resolución con la guerra? A medio plazo, el mejor efecto sería una reacción del pueblo serbio contra los crímenes que se cometen en su nombre. Pero si los ataques serbios continuaran en Bosnia, acabarían haciendo inevitable algún tipo de respuesta militar, probablemente desde el aire.
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