Los delegados árabes acuerdan con EE UU el aplazamientó del diálogo de paz

Los miembros de la delegación israelí en las negociaciones de paz que debían salir ayer hacia Washington para asistir mañana a una nueva ronda de negociaciones sobre Oriente Próximo recibieron ayer la orden del primer ministro, Isaac: Rabin, de aplazar su viaje. La decisión fue adoptada después de que los participantes árabes en dichas negociaciones -Siria,Jordania, Líbano y palestinos- acordasen con el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, el aplazamiento de la nueva ronda de conversaciones al próximo día 27.

Según fuentes oficiales israelíes, la decisión del primer ministro Rabin de retrasar la salida de sus representantes tiene como objetivo que los delegados no esperen en Washington "la buena disposición de la parte adversa". En este contexto no se excluye que Israel solicite a los norteamericanos aplazar las negociaciones hasta el 1 de mayo.Según declaró ayer en Ammán, la capital jordana, el responsable del departamento político de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Faruk Kadumi, EE UU ha dado su "acuerdo de principio a esta prórroga", que tiene como objetivo "eliminar los obstáculos que siguen dificultando la reanudación de las negociaciones" que fueron suspendidas tras la expulsión de Israel, el pasado diciembre, de unos 400 palestinos. La consulta con Washington fue efectuada telefónicamente por el ministro de Exteriores sirio, Faruk Al Shara, y el secretario de Estado, Warren Christopher.

Los palestinos, por su parte, para reiniciar el diálogo exigen tres puntos: la repatriación de los 400 expulsados, militantes del movimiento integristas Hamás; un compromiso público israelí de no realizar nuevas expulsiones, y la proclamación por Rabin de que las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad son la base de todas las negociaciones.

El Gobierno israelí ha comunicado a los norteamericanos que entre los gestos de buena voluntad previstos figuran el de una aceleración de la repatriación de los expulsados de Hamás y el regreso de los palestinos expulsados entre los años 1967 y 1987; un compromiso de que los israelíes no recurrirán a las expulsiones salvo en casos excepcionales, como el de un ataque terrorista grave, y que Rabin está dispuesto a reafirmar qué todas las negociaciones israelo-árabes e israelo-palestinas, sin excepción, están basadas sobre las resoluciones 242 y 338, pero sin entrar en detalles.

Según lo comunicado por Israel a Washington, los palestinos percibirán en Washington dichos gestos de buena voluntad en el momento en que comiencen las negociaciones, "pero ni un minuto antes". Al parecer, Rabin se ha quedado sorprendido ante la capacidad de los palestinos para imponer su punto de vista a los países árabes, incluido Siria, que no había ocultado su voluntad de reiniciar las negociaciones de paz con Israel lo antes posible.

Al parecer, ha sido determinante en Damasco la afirmación del representante palestino Faisal Huseini de que una reanudación del diálogo sin que los palestinos hayan logrado un éxito de cara a Israel provocará una guerra civil en todos los territorios ocupados entre los militantes de la Organización para la Liberación de Palestina y los simpatizantes de Hamás. Varios dirigentes palestinos, entre ellos Faisal Huseini y Sayib Ariat, vicepresidente de la delegación palestina, han sido amenazados de muerte en los últimos días.

Coincidiendo con ello, un abogado israelí fue asesinado ayer, a golpes de hacha y de cuchillo, por un grupo de árabes en la sede de una oficina para la distribución de la ayuda humanitaria de la Comunidad Europea en los territorios ocupados de Gaza.