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La parálisis legislativa trastorna los planes universitarios de contratación de docentes

La reordenación de los cuerpos docentes que las universidades ultimaban ya ha quedado paralizada. La disolución de las Cortes ha impedido la aprobación de la ley que cambiaba el actual régimen de contratación. Tal circunstancia, además, devuelve la incertidumbre a los profesores (83 sólo en Madrid) que cumplen 65 años en 1993, pues dicha norma iba a retrasar hasta los 70 la edad de su jubilación obligatoria.

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Gustavo Villapalos, manifestó ayer su contrariedad por la paralización del proyecto de ley de Actualización de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), que estaba a punto de ser aprobado cuando se disolvieron las Cortes: "Nos ha hecho polvo toda la reordenación del organigrama docente, que teníamos prácticamente ultimada. El cambio de las numerosas situaciones de profesores asociados que debían ajustarse a la nueva estructura, la contratación de ayudantes y colaboradores..., todo queda ahora en el aire".La cuestión de la modificación de la edad de jubilación obligatoria resulta "menos preocupante", en opinión de Villapalos, "porque el consenso absoluto para fijarla de nuevo en los 70 años permite suponer que antes de que finalice 1993 pueda aprobarse ese aspecto concreto.

Dicho cambio, igual que el del régimen de incompatibilidades del profesorado universitario -que también preveía el proyecto de ley aplazado- afectaba, en realidad, a la ley de la Función Pública. Por ello, ambos aspectos aparecían en dicho proyecto como disposiciones adicionales.

Plazas vacantes

Por otra parte, las universidades venían aplazando últimamente la convocatoria de los concursos de acceso a las plazas vacantes en sus cuerpos docentes a la espera de la aprobación de la nueva ley que, a este respecto, modificaba la composición de los tribunales de selección. "Es lógico", dijo Villapalos, "que no se dilaten por más tiempo las expectativas de los aspirantes a esas plazas, por lo que habrá que sacarlas a concurso sin más demoras".Juan Rey Calero, director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, de la facultad de Medicina de la Autónoma de Madrid (UAM), es uno de los 83 profesores de las universidades de Madrid, incluida la UNED, que cumplen 65 años en 1993 y que se ven directamente afectados por la parálisis legislativa.

"Mi contrariedad es grande", manifestó, "porque la situación creada es absolutamente inesperada. Contábamos con que la ley se aprobara en estos días". Rey Calero recordó ayer la unanimidad del mundo universitario ante la conveniencia de regresar a la anterior normativa sobre jubilación. "La experiencia de estos años en que los profesores se han estado jubilando a los 65 ha demostrado que tal medida supuso una grave descapitalización humana para la Universidad, al prescindir de numerosos docentes en el momento álgido de su madurez y capacidad creativa".

Al doctor Rey, la situación de incertidumbre personal le sume, en "la tristeza de tener que considerar de nuevo un eventual abandono precoz" de la actividad docente "que desempeño", dice, "precisamente ahora, con más entusiasmo y energía que nunca".

Sin salir de la propia UAM, entre otras personalidades académicas relevantes afectadas por la misma incertidumbre, se encuentran Gonzalo Bravo, jefe del departamento de Neurocirugía del Hospital Puerta de Hierro; Diego Catalán Menéndez-Pidal, catedrático de Filología Hispánica, y José Antonio Usandizaga, director del departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital La Paz.

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