Estrenos y premios
Nunca falta en el Festival Internacional de Jóvenes Orquestas la música de nuestro tiempo, y esta vez se ha hecho presente en la Suite número 2, para marimbas, timbales y percusión, del murciano residente en Madrid Miguel Franco (1962); en Blow-up, de Anne Marie Turcotte (Milán, 1962); en las Variaciones, del lituano Kutavicius (1932), en el Adagio del suizo Thüring Brám (1944) y en el Concierto-ronda, del austriaco Alfred Uhl (19091992).La Turcotte ganó el año pasado el concurso de composición, y su obra Blow-up, para clarinete y orquesta de arcos, estrenada ahora, obtuvo un franco éxito. Está escrita con perfección y su lenguaje actual es comunicativo, lo que se evidenció en la primorosa versión que ofrecieron el clarinetista Donatas Kalinauskas y la Academia Lituana, dirigida por Saulius Sondeckis, formación juvenil que se produce con muy alta profesionalidad.
Quedó bien demostrado en las bellísimas Variaciones del lituano Bronius Kutavicius, tan simples que rozan lo minimalista y tan hermosas como lo es siempre la desnuda sustancialidad, aplicada esta vez a una idea tradicional lituana tan emotiva, y hasta similar, a una vieja tonada castellana.
Excelente interpretación
Con su hijo Vytautas, Sondeckis nos dio una excelente interpretación del Concierto para violonchelo en do mayor, de Haydn, y otra brillantísima del desarreglo perpetrado por el soviético Rodion Shedrin sobre Carmen, de Bizet.Tomó la batuta para dirigir la Sinfonía de Salzburgo en re mayor, de Mozart, una verdadera serenata, y la Música nocturna de Madrid, de Boccherini, el joven maestro Alexis Soriano Monstavicius, hijo del pianista español Joaquín Soriano y de la, profesora lituana Beata Monstavicius. Por la elegancia del estilo y del gesto y la severidad de criterio, el joven Soriano parece anunciar un director de mérito.
Alexis Soriano trabaja actualmente en Cleveland y colabora frecuentemente con Sondeckis y las orquestas lituanas que dirige.
El concierto de clausura, a cargo de la orquesta intemacional formada por instrumentistas de todas las participantes en el festival, recordó al austriaco Alfred Ulil en el Concierto-ronda, que escribiera para el certamen murciano en 1984 y presentó al viola Dimitri Yakubovsky, premiado el año pasado, en el Concierto de Bartok, que ultimara Tibor Serly.
Como final, tuvimos una espectacular versión de la Serenata de Mozart para cuatro orquestas, situadas en diferentes lugares del teatro Romea. El suizo Joachim Harder hizo una notable labor al frente del variopinto conjunto sinfónico.
Fueron dados a conocer los premios del presente año. En composición quedó ganador el argentino, residente en Austria, Fabián Panisello (Buenos Aires, 1963), por su obra Presencias transparentes. En violín han sido premiados Kora Hinterndorfer (Austria) y Gitana Miseviciute (Lituania); en viola, Gediminas Dacinskas (Lituania); en violonchelo, el también lituano Vytautas Sondeckis y el austriaco Christopli Stradner, quedando desierto el galardón de contrabajo.
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