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63 fallecidos en Cataluña por explosiones de gas en dos décadas

Al menos 63 personas han muerto en Cataluña durante los últimos 20 años por explosiones atribuidas al gas. Las últimas cinco víctimas se registraron en diciembre de 1990, cuando en 17 días se produjeron tres explosiones, dos en Barcelona y una en L'Hospitalet de Llobregat, que causaron la alarma en toda Cataluña. La primera de ellas, el 5 de diciembre de 1990, fue la más trágica: causó el desplome de un edificio de cinco plantas en la calle de Comte Borrel, de Barcelona, y mató a tres personas.La historia negra del gas en Cataluña se remonta al 6 de marzo de 1972, cuando una fortísima explosión nunca completamente esclarecida destruyó un edificio de 10 plantas en la calle del Capitán Arenas, en Barcelona, y mató a 18 personas. En octubre de ese año, otra explosión en la calle de los Rajolers, también en la capital catalana derrumbó tres casas y mató a 14 personas. Dos meses después, otro siniestro motivó cuatro muertes en la calle de la Esperança.

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En junio de 1978, dos muertos y 12 heridos fue el balance de una explosión de gas propano en un restaurante barcelonés El Desastre. En septiembre de ese mismo año, una explosión de butano causó otros dos muertos y 14 heridos en la calle de Villarroel.

Junto al hospital

El 2 de julio de 1981, el Hospital del Mar de Barcelona tuvo que ser desalojado por una explosión en unas instalaciones de Catalana de Gas contiguas al centro sanitario. Murieron tres trabajadores de Catalana y una paciente del hospital. En junio de 1983 un hombre murió carbonizado en su piso de Barcelona. Dos meses después, en Tarragona, fallecían tres mujeres al derrumbarse su vivienda y en Platja d'Aro, dos trabajadores perdían la vida en otra explosión. Al año siguiente, dos turistas murieron en Lloret de Mar y otras dos personas fallecieron al derrumbarse dos inmuebles en el barrio barcelonés del Besòs.El 11 de noviembre de 1985 un anciano murió en una explosión de butano en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). La misma causa originó en febrero de 1986 tres muertes en Igualada. En febrero de 1988, una mujer murió en Bellaterra.

En noviembre de 1988, una mujer murió en Mataró por una explosión de butano. Un siniestro similar ocasionó en junio de 1989 la muerte a un anciano en Barcelona. En junio de este año, una explosión en la calle Ample de Barcelona se saldó con un muerto y cinco heridos, un mes después de que Catalana de Gas instalase el gas natural en la zona. En 29 de noviembre de 1990, una explosión en el edificio de la sede del PSC en Lérida causó cuatro muertos.

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En el resto de España se han producido muchas menos explosiones de este tipo. Desde el 24 de abril de 1992, se han registrado 10 explosiones importantes de gas con un resultado conjunto de una muerta (una mujer de 68 años en Cádiz) y 23 heridos de gravedad.

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