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Entrevista:DESAFÍO EN EL KREMLIN

"Veo la silueta de un dictador"

"Veo en el horizonte la silueta de un dictador", asegura el presidente del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulatov, en una entrevista concedida el pasado miércoles, cuando todavía estaba caliente la crisis que estuvo a punto de concluir en la destitución de Borís Yeltsin. Estima, además, que gran parte de la responsabilidad por lo sucedido en Rusia recae en Occidente, por su apoyo incondicional al jefe del Estado.

Ruslán Jasbulátov, un checheno de 50 años, símbolo de la resistencia del Legislativo al presidente, contesta a la preguntas desde su despacho de la Casa Blanca, sede del Parlamento ruso.Pregunta. ¿Cómo ve el futuro tras los momentos de tensión de los últimos días?

Respuesta. Veo en el horizonte la silueta de un dictador. A finales de la reunión del Congreso de la pasada semana, dije a los diputados que lo más importante era defender el comienzo democrático que ya teníamos porque hoy en día hay una vuelta atrás de la democracia en favor del poder personal. Ahora debemos estar en guardia contra un golpe de Estado. La dictadura puede ser comunista, o puede ser anticomunista. Nuestro pueblo está cansado de dictaduras y teme su vuelta. Éste es el motivo por el que si los dirigentes occidentales quieren de verdad ayudar al renacimiento de Rusia como un Estado democrático, deberían pensar muy en serio antes de apoyar exclusivamente a determinadas personalidades. Necesitamos apoyo en Rusia para la evolución de nuestras instituciones democráticas, para el triunfo del Parlamento y de la Constitución. Occidente necesita comprender que no es el Parlamento el que constituye una amenaza a la democracia.

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P. ¿Cómo ve usted la inminente cumbre entre Bill Clinton y Yeltsin?

R. No creo que esta reunión sea muy importante para el pueblo ruso. Tiene poco que ver con la vida real. Cuanto más llama el Oeste, incluido Estados Unidos, al apoyo a Yeltsin más se inquieta nuestro pueblo por las interferencias en nuestros asuntos internos. Francamente, creo que ello puede conducir a la explosión de un sentimiento antinorteamericano. En Rusia el pueblo ha elegido la vía de la democracia. ¿Por qué, se pregunta, ofrecen los líderes occidentales su apoyo sólo a determinados líderes, especialmente cuando sus políticas económicas han conducido al país al borde de la pobreza, y no apoyan a nuestras instituciones democráticas y a los sentimientos democráticos del pueblo?

P. ¿Qué clase de ayuda occidental sería útil?

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R. Necesitamos importantes inversiones occidentales. Pero como he dicho a muchos dirigentes empresariales extranjeros, sabemos que tales inversiones no llegarán en el próximo futuro a menos de que establezcamos firmemente el imperio de la ley. Hasta que el Parlamento pueda crear una base legal seria para la inversíón privada, dudo de que pueda llegar ninguna medida útil.

P. En los momentos tensos de los últimos días, los militares no intervinieron. ¿Bajo qué circunstancias considera usted que el Ejército podría. intentar estabilizar la situación?

R. Si se produce un baño de sangre como resultado de la llamada a la rebelión efectuada por Yeltsin. La llamada pública del presidente por televisión asumiendo poderes especiales violó diez artículos de nuestra Constitución. A la vista de la reacción negativa del Tribunal Constitucional y de la población, el presidente cambió lo que había dicho cuando publicó el decreto, cuatro días más tarde. Pero los consejeros del presidente son tan analfabetos que incluso en el nuevo decreto se violaban tres artículos de la Constitución. Esto fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del Congreso y que les forzó a votar la destitución del presidente. Tuvimos 617 votos a favor, pero necesitábamos unos 70 más para ganar. Lo que me resulta más preocupante en todo esto es que el presidente ha buscado en cada ocasión condenar al Tribunal Constitucional y discutir sus decisiones. Desgraciadamente, nuestro presidente está apegado a sus antiguos hábitos y casi declaró una guerra contra las instituciones democráticas que intentaba evitar la ilegalidad y el deseo de gobernar por decreto al que él estaba acostumbrado. También me alarma que en los últimos dias, cuando se estaba decidiendo el destino del país, el presidente se dirigió a la multitud en las calles de Moscú y lanzó un llamamiento a la rebelión.. ¡Llamó a la rebelión! Y las autoridades municipales de Moscú, de hecho, ayudaron a esta multitud a que se emborrachara, la sobornaron. Es esta gente a la que el presidente se dirigió para pedirle que derribaran por la fuerza los poderes representativos de Rusia. ¿Y por qué adopta esta actitud? Porque está personalmente apoyado por los dirigentes occidentales. ¿Cuál sería la actitud de éstos si hubiera un baño de sangre? Si la llamada del presidente a la rebelión provocase una guerra civil, parte de la responsabilidad debería atribuirse a esos líderes occidentales que, a falta de un profundo conocimiento de nuestra situación, han apoyado a Yeltsin en sus esfuerzos ilegales e inconstitucionales.

P. ¿Pero tienen la Constitución y las instituciones actuales, a las que se opone Yeltsin, auténtica legitimidad democrática habida cuenta de que fueron creadas antes del colapso del comunismo?

R. Ya sé que se está intentando inculcar en las mentes de los occidentales que sólo hay un demócrata en Rusia, Borís Yeltsin, al que acosan una Constitución y un Parlamento comunistas. Eso es absurdo. Yeltsin no está luchando contra algunos conservadores ex comunistas. El comunismo no regresará jamás a Rusia. Sin Occidente y sin Yeltsin, el pueblo ya ha rechazado el comunismo por su cuenta. Yeltsin no nació siendo presidente de Rusia, fue elegido sobre la base de la presente Constitución. Al llegar al poder juró respetar esa Constitución. La única cuestión aquí es que él está comprometido por el imperio de la ley hasta que la ley sea cambiada de acuerdo con los medios constitucionales que están a nuestra disposición, y no por la fuerza o por un decreto. El Tribunal Constitucional estableció que el presidente violó la ley fundamental. Sobre esta base' organizamos un voto de destitución y se perdió. El presidente sigue en el poder. Si alguien intenta derribarle por la fuerza, yo seré el primero que se oponga con energía. ¿Por qué? Porque insisto en que estamos comprometidos con la ley y con la Constitución.

P. ¿Qué ocurrirá si el presidente gana el referéndum del día 25? ¿Y si pierde?

R. La ley debe triunfar en cualquier caso, ni más ni menos. No debe tomarse ninguna acción ilegal. Yeltsin se contradice. Dice que si pierde, renunciará. Y si gana, dice que el Parlamento no debe cuestionar sus acciones como presidente hasta el final de su mandato. Pero, ¿por qué está su mandato legitimado y no el nuestro? Ambos fuimos elegidos cuando la República rusa formaba parte de la URSS. Sigo creyendo que elecciones simultáneas anticipadas a la presidencia y al Parlamento (ahora que Rusia es un Estado independiente) es la mejor manera de resolver esta cuestión de quién está legitimado y quién no.

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