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Philippe Séguin, un enemigo de Maastricht, candidato gaullista a la presidencia del Parlamento francés

La coalición de centro derecha victoriosa en las elecciones legislativas francesas, libra hoy su primera gran batalla intestina. El grupo parlamentario gaullista aprobó ayer la candidatura a la presidencia de la Asamblea Nacional de Philippe Séguin, un enemigo militante del Tratado de Maastricht. Los centristas de Valéry Giscard d'Estaing se opondrán al deseo de sus aliados y presentarán sus propios candidatos.El Gobierno francés dirigido por el gaullista Edouard Balladur debe empezar hoy a superar las pruebas de las múltiples cohabitaciones que tiene que resolver. La primera consiste en la reunión del Consejo de Ministros en el Elíseo bajo la presidencia del socialista François Mitterrand.

"La nueva mayoría no ha iniciado la cohabitación con la intención de provocar una crisis con el presidente, sino con la de gobernar para todos los franceses e intentar triunfar en la. aplicación de su programa", declaró ayer Nicolas Sarkozy, ministro gaullista del Presupuesto y, portavoz del Gobierno.

Sarkozy informó que Balladur se entrevistará el próximo 22 de abril en Bonn con con el canciller Helmut Kohl. Como la nueva mayoría política francesa tiene prisas por confirmar a los alemanes su voluntad de seguir trabajando por la construcción europea, su ministro de Exteriores, Alain Juppé, verá el próximo lunes en Bonn a su homólogo alemán, Klaus Kinkel.

El centro derecha tendrá hoy más problemas en el palacio, Bourbon que en el Elíseo. En el primero, tomará posesión la nueva Asamblea Nacional. Con 484 de los 577 escaños, la coalición formada por la gaullista Agrupación para la República (RPR) y la centrista Unión para la Democracia Francesa (IJDF) tiene más que asegurada la presidencia de la Cámara. Ahora bien, las dos formaciones libraban ayer una dura batalla para decidir cuál de ellas se hará con este puesto.

Valéry,Giscard d'Estaing, líder de la UDF, insistía en que la presidencia de la Asamblea Nacional debe recaer en uno de los suyos. Su argumento es que el RPR ha sido recompensado con la llegada a Matignon de Balladur. Giscard pensaba en él mismo como presidente de la Asamblea, pero otros dirigentes de la UDF, como Charles Millon y Dominique Baudis, también aspiraban a este puesto, que los franceses llaman la percha.

La situación se complicaba por el hecho de que el RPR, que cuenta con más de una treintena de diputados de ventaja sobre la UDF, consideraba que el presidente de la Cámara debe ser un gaullista. El grupo parlamentario del RPR designó ayer candidato a Philippe Séguin, un furibundo enemigo del Tratado de Maastricht.

Entretanto, los derrotados en los comicios discutían la última propuesta conjunta de dos de sus pesos pesados: los ex primeros ministros Pierre Mauroy y Michel Rocard.

Ambos desean que, el próximo julio, el Partido Socialista (PS) celebre unos Estados Generales destinados a refundar esta organización, lo que implicaría un cambio de nombre, de estatutos y de dirección.

La propuesta, que comienza diciendo "ha llegado el tiempo de la humildad", será discutida oficialmente mañana en la reunión del comité directivo del Partido Socialista. Laurent Fabius, primer secretario del PS, víctima potencial de esta iniciativa, se declaró ayer partidario de "un debate libre destinado a una reconstrucción rápida de la izquierda".

Fablus pidió "una reflexión totalmente abierta" sobre la larga acción de Gobierno de los socialistas, su inserción en la sociedad, sus fundamentos ideológicos y su estrategia para las próximas citas electorales.

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