Sin trampa ni cartón
El primer tema de Tahúres Zurdos, Mis hijos me espían, abrió la noche a ritmo de funk como preludio de una velada de rock. Después de mucho tiempo esperando a esta banda en Madrid, por fin presentaron su último trabajo, Arido, así como temas de sus tres álbumes anteriores. Tahúres Zurdos, con Aurora Beltrán como cabeza y voz visible, trabajan sobre las espinas del rock urbano clásico, entregándose, sin concesiones, a la filosofía de la austeridad de sus cuatro instrumentos.La potencia y pasión de esta banda quedan bajo el dominio protagonista de la calidad vocal de su solista, una Janis Joplin a medio camino, con un paso adelantado sobre la interpretación de los demás instrumentos. En la sala Acualung el sonido se permite limpio, pero para Tahúres Zurdos hubieron de pasar varios temas para equilibrar las dos guitarras hermanas, la batería y el bajo, hasta conseguir un sonido claro que nunca llegó a tener profundidad. La entrega de los cuatro músicos era latente y la expectación por parte del público logré llenar la sala; sin embargo, las dos horas del concierto, planteado con forma de lazo entre canciones, no lograron elevar la atención a las cotas que la personalidad del rock puede alcanzar.
Tahúres Zurdos no consiguen tender la trampa; son claros, directos, no hay rodeos ni engaños, no hay más que la expresión musical instintiva unida a una voz capaz por sí sola, que sustenta la música obvia de esta banda. Con éxito, pero sin pasión.
Tahúres Zurdos Aurora Beltrán, voz y guitarra; Lola Beltrán, guitarra; Juan Manuel Ugarte, bajo; Javier Lizarazu, batería. Sala Acualung. Madrid, martes 30 de marzo, 23.00 horas. Lleno.
