El funcionario acusado en el 'caso Atocha' sigue en su despacho 11 meses después de ser destituido
Vicente Martínez Castelló, de 48 años, dejó de ser jefe de servicios de Proyectos y Obras de la Consejería de Cooperación el 12 de mayo de 1992. Cuando estaba en el puesto, Construcciones Atocha le rehabilitó su casa, después de que él recomendara a esa empresa en un expediente para una obra de la Comunidad de Madrid que él tramitó. Pero Martínez Castelló continuaba ayer en su despacho. "Es funcionario en expectativa de destino y le quedan obras en marcha", dice la versión oficial. La fiscalía de Madrid le ha tomado declaración y ha citado para los próximos días, como "posibles imputados", a otros dos técnicos de esa consejería.
La comisión investigadora del caso Atocha, montada por los partidos políticos en la Comunidad de Madrid, hace tiempo que cerró sus conclusiones. No hubo grandes novedades ni personalidades sacrificadas. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha tomado ahora el relevo de las averiguaciones con cierto brío. El fiscal ha empezado por citar en su sede de la calle de Cartagena a la mayoría de los responsables técnicos de la Consejería de Cooperación que intervinieron en la adjudicación de obras con presunto favoritismo hacia empresas relacionadas con Construcciones Atocha.El fiscal interrogó la semana pasada a Vicente Martínez Castelló, el único alto cargo de la Comunidad que ha pagado la denuncia del PP sobre irregularidades en contrataciones de la Consejería de Cooperación. Fuentes de esta consejería aseguraron que el fiscal tan sólo preguntó a Martínez Castelló sobre cuestiones propias de las diligencias previas a la admisión a trámite de la querella presentada en su día por el PP.
Estas fuentes insistieron en negar que ni Martínez Castelló ni los otros dos técnicos de la consejería citados por el fiscal (el aparejador Alberto Bello y el director de Cooperación Antonio González) han sido reclamados como "inculpados", sino como "imputados" (un grado procesal menor). Bello hablará hoy con el fiscal, y González lo hará en los próximos días.
Martínez Castelló, mientras tanto, continúa trabajando con normalidad en el mismo despacho que tenía hasta hace 11 meses, cuando era jefe de servicios de Proyectos y Obras. Un portavoz oficial de Cooperación señaló que Vicente Martínez sigue en la Consejería de Cooperación porque es funcionario de carrera de la Comunidad y "no va a estar en la calle a la espera de destino".
Sobrantes del organigrama
Este portavoz indicó que a Martínez Castelló no se le destituyó por el revuelo que desató el caso Atocha (su relevo fue anterior a conocerse el escándalo públicamente) y precisó que había abandonado su cargo el 12 de mayo pasado porque fue entonces cuando se emprendió una reestructuración de esta consejería.
Vicente Martínez Castelló, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, era hasta esa fecha jefe de servicios de Proyectos y Obras de la consejería. Al día siguiente, este cargo se desdobló y ninguna de las dos jefaturas de sección en que se convirtió fue designada para Martínez Castelló. Oficialmente se recalca que no hubo castigo alguno porque entonces no se conocía públicamente la denuncia del PP. "Las nuevas jefaturas requerían profesionalmente la aptitud de arquitectos y no de un ingeniero de Caminos", comenta un portavoz.
El despacho de Martínez Castelló, sin embargo, no se vació. Su sustituto natural en la nueva jefatura fue trasladado a una sala diáfana con sus ayudantes y las secretarias. El argumento oficial para justificar que Vicente Martínez Castelló permanezca en su despacho, "en expectativa de destino", es que tiene obras y proyectos en marcha todavía sin solucionar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.