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El incivismo y el sabotaje esparcen las basuras

Las basuras comienzan a esparcirse por las calles. Muchas comunidades de vecinos las han sacado a las aceras pese a que no correspondía en sus distritos la recogida a cargo de los servicios mínimos. Además, los trabajadores incluidos en ellos los cumplieron en régimen de huelga de celo (trabajo a reglamento), con lo cual recogieron menos toneladas de las previstas, y se produjeron sabotajes (ruedas pinchadas) en 34 de los cerca de 70 camiones que salieron ayer. El delegado del Gobierno en Madrid, Miguel Solans, alcanzó ayer un acuerdo con el Ayuntamiento para que la policía vigile a partir de ahora los trabajos.

En la reunión con Solans estuvieron presentes la concejal de Medio Ambiente y Cultura, Esperanza Aguirre, y el concejal de Limpieza, Luis Molina. Todos ellos insistieron en que la empresa debe cumplir los servicios mínimos. Pero ésta, a su vez, responsabiliza al comité de huelga, a cuyos 11 miembros ha abierto expediente. Los servicios mínimos consisten en recoger la basura en los distritos cada 72 horas, de manera rotatoria (véase cuadro adjunto).La huelga -que comenzó el lunes con carácter indefinido- se endureció ayer, pero sus actores siguen sin romper el nudo gordiano: los sindicatos UGT y CC OO piden aumentos salariales (un 4,5%, según sus datos) que la empresa -Fomento de Construcciones y Contratas (FCC)- dice no poder asumir (ofrece un 2%). Ésta, a su vez, sigue sin cobrar una alta deuda municipal. El Ayuntamiento urge a que se resuelva el conflicto o, al menos, a que se cumplan los servicios mínimos, pero no paga lo que debe (más de 8.000 millones de pesetas, según fuentes sindicales). Mientras, el ciudadano, condenado a quedarse con la basura en casa tres días, suele sacarla a la calle aunque no le toque recogida en su distrito.

"Queremos que se garanticen los mínimos y que vaya la policía con todos los camiones", explicaba Luis Molina antes de la reunión con el delegado del Gobierno. También solicitaba el aumento de los servicios mínimos: cada 48 horas. Sobre éstos hablará Solans hoy por la mañana con los secretarios regionales de UGT y CC OO. En la reunión de ayer, Solans, que no va a aumentar los mínimos vigentes -30% delos 1.400 trabajadores y retirada cada 72 horas-, recordó a los ediles que la recogida de desperdicios es un servicio municipal y, por tanto, corresponde actuar a la policía local.

Tras la entrevista, el delegado aseguró a los informadores que habrá "mayor coordinación entre la Policía Municipal y la Nacional para vigilar los camiones y evitar atentados contra ellos". Solans negó, en cambio, que cada camión vaya a ir escoltado por un coche de la fuerza pública. Los responsables de ambas policías organizarán la vigilancia.

En el camino al vertedero de Valdemingómez fue donde, en la madrugada del martes, los piquetes pincharon las ruedas de 30 camiones. Otros cuatro sufrieron el mismo problema en los barrios de Salamanca y Vallecas, según informó un portavoz de la empresa. Esta firma ha denunciado los hechos en comisaría. También ha abierto expediente a los 11 miembros del comité de empresa "por incumplimiento de los servicios mínimos".

Según FCC, en la madrugada del martes se recogieron 800 toneladas de basura, en lugar de las 1.420 previstas. "Además, unas 200 se quedaron sin descargar", añadió un portavoz de la empresa.

Por su parte, Solans matizó: "Es a la empresa a la que incumbe establecer todos los mecanismos, tanto de personas como de horarios, para que los mínimos se cumplan al cien por cien". La concejal Aguirre aseguró que anteayer quedó en la calle sin recoger el 43% de las inmundicias. El concejal de Limpieza, Molina, no descartó sanciones a FCC por tal incumplimiento. "Se puede llegar a multas de 5.000 pesetas por cada cubo sin recoger", señaló.

Los trabajadores acogieron negativamente la custodia policial y los expedientes al comité. UGT y CC OO aseguran desconocer quiénes fueron los autores de los sabotajes.

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