González dice que asumirá la responsabilidad política del 'caso Filesa', sin excluir la dimisión

El jefe del Gobierno, Felipe González, afirmó ayer que está dispuesto a asumir toda la responsabilidad política que le competa en el caso Filesa, incluida la dimisión. González hizo esta afirmación ante medio millar de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid. En un clima de hostilidad, y entre constantes gritos de "chorizo" y "golfo", el presidente del Gobierno afirmó que iba a dar todas las facilidades para que se cursaran los suplicatorios a los parlamentarios socialistas implicados en el caso Filesa. Y añadió que depurará responsabilidades políticas en el PSOE, sin eludir la suya.

Felipe González compareció ayer en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid para cerrar un ciclo sobre la transición política española, en un clima hostil. Unas octavillas repartidas previamente, en las que se leía "Gran pitada al presidente, pasa la bola", contribuyeron a crispar el ambiente.Una gran expectación rodeaba la presencia del jefe de Gobierno y el local -de unas 300 plazas- quedó pequeño, lo que obligó a numerosos estudiantes a seguir la intervención desde el exterior, que fue de donde partieron la mayoría de las interrupciones a González. Ante el clima crispado existente, el rector de la universidad, Cayetano López, pidió calma a los estudiantes momentos antes de intervenir el jefe de Gobierno, que fue recibido con aplausos, que fueron tapados por los silbidos y el griterío de otro grupo de estudiantes.

Pese a las palabras del rector, alrededor de unos cincuenta del medio millar de estudiantes asistentes interrumpió a ratos el discurso del jefe de Gobierno, con insultos como "¡Chorizo!", "¡Golfo!" y con gritos de "¡Felipe, dimisión!". González, nada más tomar la palabra, recordó que en sus tiempos de estudiante participó en un boicoteo a Manuel Fraga. "La diferencia estaba en que entonces no pudimos intervenir libremente como ustedes lo pueden hacer hoy", dijo.

González centró su discurso en la necesidad de romper el aislamiento de España respecto a Europa y en los avances conseguidos en el decenio socialista en este terreno. González, tras su intervención, se sometió a las preguntas de los estudiantes. De ellas, las que crearon mayor expectación fueron las referidas al caso Filesa. González aprovechó una pregunta sobre el caso para afirmar: "Quiero que el asunto se aclare hasta sus últimas consecuencias. En el momento en que se pida el suplicatorio, que espero que tenga cierta fundamentación, se concederá, como reclaman los propios parlamentarios para facilitar la aclaración cuanto antes.

Alboroto

Felipe González continuó, elevando el tono de voz: "Pero les diré más. Ahí no acaba la responsabilidad. Independientemente de las responsabilidades que existan, si existen, desde el punto de vista judicial, el PSOE asumirá la suya los responsables serán responsables políticamente, más allá de la calificación jurídica. Y como responsable estoy dispuesto a asumir la mía".

Estas palabras de González fueron contestadas con un gran alboroto y algunos gritos de "¡Fefipe, dimisión!". Y se oyó un grito que decía. "¡Italia!".

González, sin perder la calma y elevando el tono de voz, prosiguió: "Estoy dispuesto a asumir toda la responsabilidad, desde el punto de vista político, que me compete. Si me compete la responsabilidad de dimitir en un momento dado, que la veremos, también estaría dispuesto a asumir esa responsabilidad".

Un estudiante preguntó si debía dimitir si se comprueba que ha habido responsabilidad del caso Filesa como secretario general del PSOE. González respondió: "Usted parte de la base de que tenga o no tenga conocimiento, en el supuesto de que exista una irregularidad, mi responsabilidad es la misma. Es una teoría de la responsabilidad prácticamente imposible de aplicar erga omnes (con carácter universal). Si uno no tiene conocimiento de un hecho asume la responsabilidad que le compete, no la del hecho. Yo llevaría la mía hasta sus últimas consecuencias".

A lo largo de su intervención, Felipe González defendió en varias ocasiones su honradez y la de su Gobierno. El jefe del Ejecutivo dijo que siempre ha tenido un "impulso ético machadiano", de modo que cuando acabe su andadura política saldrá de ella igual que cuando entró.